Tres lecciones para atraer a los demás
diciembre 21, 2014
Tres lecciones para
atraer a los demás
(Fuente; http://seduccionyautoayuda.com/)
Tres
lecciones para atraer a los demás
Pero yo
siempre advierto a estos que las personas que más gustan y que más atraen, lo hacen
ante todo el mundo, y no sólo ante el sexo contrario y ante posibles candidatos
a pareja. Los peores hombres que conozco siempre quieren gustar mucho a una
mujer bonita de la que se han encaprichado; pero no hacen nada por gustar a
todas las personas en las que no tiene interés de algún tipo. Pero gustar y
atraer es más genérico que sólo pretender atraer a personas interesantes del
sexo contrario, o que sólo pretender gustar a personas en las que tenemos algún
interés especial. Aquí tres lecciones para atraer a los demás.
Primera lección para atraer a los
demás: la mariposa encabronada
A veces hay
personas que son muy dulces, que son muy delicadas, que son atractivas por
personalidad e incluso por físico… Los demás siempre se sienten atraídos ante
una belleza y ante un carisma tan poderoso… Pero estas personas tan dulces y
atractivas tienen un lado malo: son esquivas, son desconfiadas, se alejan de
los demás cuando estos demás intentan penetrar la esencia de una personalidad
tan atractiva… Al final, a estas personas atractivas pero delicadas las pasa lo
que le pasó a una hermosa mariposa.
Un día, unos
niños vieron en el jardín una mariposa de belleza enorme, con unas figuras en
sus alas preciosas, con una forma de moverse delicada y atrayente. Los niños
intentaron acercarse a la mariposa, como una forma de poseer su belleza y de
participar de un misterio y un carisma tan profundo. Pero la mariposa le tenía
miedo a los niños, y no les dejó que la tocasen, ni quiso saber nada de ellos.
Al final, los niños que se sentían tan atraídos por la belleza de la mariposa,
al ver que esta era reacia a abrirse a ellos y dejar que ellos participasen de
su poder de atracción, al no conseguir nada con la mariposa, cambiaron su deseo
de poseer a la mariposa por su odio ante una mariposa que no se abría a ellos.
Y al final, los niños tomaron una escoba y decidieron destruir a esa mariposa.
A veces del
amor al odio hay muy poco terreno. Si somos agradables y atractivos y no nos
abrimos a los demás, es posible que estos se intenten vengar en contra de
nosotros. Por eso, en esta primera lección para gustar a los demás, tenemos que
aprender que ser atractivo no es sinónimo de felicidad precisamente, porque los
demás pueden intentar joderte aunque seas una hermosa mariposa. Por eso,
tenemos que aprender a tener carácter, a saber valernos por nosotros mismos, a
saber ser luchadores y algo guerreros en esos momentos en donde es necesario
defendernos… Ser atractivo no es ser un bonito florero; si no una persona que
tiene por un lado mucho amor que dar; pero por otro, ser una persona que se
sabe defender, que se vale por sí misma, que tiene voluntad propia, que puede
mantener a los demás a raya si estos no se comportan bien con ellos… Ser
atractivo no es ser un gilipollas que siempre sonríe y que siempre pretende ser
dulce ante los demás. Al revés: gustan las personas con autonomía y con
carácter.
Segunda lección para atraer a los
demás: los hijos preferidos
Si les
preguntamos a una pareja de padres que tiene varios hijos y varias hijas, cuál
de estos hijos son sus preferidos, siempre obtendremos de este tipo de padres
la misma respuesta: todos son mis preferidos, queremos a todos nuestros hijos
por igual. La respuesta es muy interesante, pero no porque sea sincera, si no justo
por lo contrario: porque es mentira. Está demostrado que los padres que tienen
varios hijos, siempre tienen una predilección por alguno de ellos. Y claro,
muchas veces estos padres benefician casi sin darse cuenta a estos hijos
preferidos: los dan más juguetes, mejor comida, los pagan los estudios, los
cuidan más… Esto es mera teoría evolucionista: los padres tienden a beneficiar
a los hijos que son predilectos para ellos, porque son más encantadores, más
inteligentes, son más “buenos”, son más carismáticos… o lo que sea. Y así,
estos hijos, más beneficiados por sus padres que sus hermanos, tienen mayores
posibilidades de prosperar, y a su vez de dejar descendencia, y así esta
descendencia de estos hijos preferidos prospera más que la descendencia de los
hijos no preferidos debido a la mayor ayuda de sus padres. Como digo, todo esto
es mera teoría darwiniana.
El poder de
atracción y de gustar a los demás nos abre muchas oportunidades en nuestra
vida, oportunidades de todo tipo: laborales, amorosas, sexuales, vitales… Para
abrir estas oportunidades, nada mejor que intentar llevar nuestra personalidad
a su máxima potencia, y a nuestra sociabilidad a su máxima potencia. Por
supuesto que, igual que es más fácil que seamos el hijo preferido si somos
personas seductoras, también es más fácil que una mujer o un hombre nos escoja
como posible pareja si somos personas seductoras. El gustar y la atracción
funcionan en un ámbito más amplio que sólo en las relaciones de pareja.
Tercera lección para atraer a los
demás: la contradicción dentro del mundo de la seducción
Dentro del
mundo de la atracción y de la seducción hay una gran contradicción, que es la
contradicción entre los siguientes enunciados:
a. Nos
gustan las personas que son parecidas a nosotros, con nuestra misma
inteligencia, con nuestras mismas aficiones, con una forma de entender el mundo
parecida, con una personalidad parecida…
b. Nos
gustan las personas que son educadas, que son inteligentes, carismáticas, que
son divertidas, con confianza y vitalistas, y en definitiva, las personas que
tienen todo tipo de virtudes.
Hay una
contradicción entre estos dos enunciados. Imaginémonos que yo soy un cani que
tiene una sccoter y que se tira todo el día escuchando “Reggaeton”. Entonces me
tenderán a gustar las que son mujeres sencillas, pero al fin y al cabo son como
yo más o menos… pero un día, aparece delante de mí una mujer culta, delicada,
encantadora, luchadora, con una mente compleja… que se llama Isabel, y yo, un
cani, me enamoro perdidamente de esta mujer, que no se parece nada a mí. Al
final comparo a esta mujer con mi Jenny, que es como yo, sencilla y no muy
profunda. Y al final pienso que mi Jenny me gusta porque es una tía que está en
mi onda y que entiendo muy bien; pero Isabel me gusta porque es una tía
encantadora que tiene un montón de virtudes, y aunque no sea como yo pues me
enamoro perdidamente de ella.
Digamos que
en la atracción hay una contradicción, de que por un lado nos tienden a gustar
las personas que son como nosotros; pero por otro lado, nos tienden a gustar
las personas que son “virtuosas”, simpáticas, inteligentes, carismáticas, con
buena conversación… Por esto mismo, para atraer a los demás, ya de cara a iniciar
con estos “demás” una relación sentimental, tenemos que atender a estos dos
factores:
-Por un
lado, tenemos que saber que es más fácil atraer a personas parecidas a nosotros
-Y por otro
lado, tenemos que saber que si tenemos algo interesante, alguna virtud, dentro
de nosotros, más fácil será atraer y gustar a los demás, independientemente de
que los demás sean distintos o iguales a nosotros
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