Guía
definitiva: Cómo hablar en público
Hablar en
público a veces puede ser una situación muy difícil, para algunos incluso,
puede generar mucho estrés, pérdida de control, puede transformarse finalmente
en una verdadera fobia. Puedes saber el contenido de tu discurso pero si no sabes expresarlo oralmente el mensaje estará incompleto. Hablar en
público es una actividad desagradable para muchos y cuanto mayor sea la
importancia del evento, peor el miedo.
El
nerviosismo en ciertas situaciones es normal, seguramente que todos lo hayamos
experimentado alguna vez, como por ejemplo en exámenes o cuando como escritor
te bloqueas y las palabras dejan de fluir.
Cómo aumentas tu confianza
Saber
expresar una idea es tan importante como la idea misma, ya sea presentar un
tema en la universidad, dar un discurso en una boda o exhibir los resultados
del balance mensual en el trabajo. Hablar en público es inevitable en muchos
aspectos de la vida.
Dicen que no
hay temas aburridos, sino oradores poco entusiastas. Hay que saber dominar el
tema, aportarle otros conocimientos al oyente. Transmitir algo interesante.
En nuestras
formaciones sobre cómo hablar en público tenemos como objetivos:
Cómo combatir la ansiedad
Ser
consciente de las propias potencialidades y ponerlas en marcha
Generar impacto
en el público
Aprender
herramientas para comunicarse de manera atractiva
Adaptarse a
las necesidades del público que se tenga delante
En este
artículo te mostraremos unas pinceladas para que puedas aprender de todo esto,
intentando que te sirva de ayuda a la hora de exponerte delante de un grupo de
personas, donde tu tengas la voz cantante.
Primero
entender que el discurso es sólo una parte del trabajo, nadie es más que nadie
y la verdadera riqueza del intercambio de ideas está en las peculiaridades de
cada uno.
Causas del miedo a Hablar en Público
La palabra
“glosofobia” indica este particular miedo a hablar en público. Puede tocar
varios niveles de intensidad, pudiendo partir de un simple estado de tensión
hasta llegar a perder cualquier otra
sensación del propio cuerpo.
¿Haré el
ridículo? ¿Se reirán de mí? ¿Podré
llegar a perder prestigio profesional?
En el
momento de hablar en público cada uno de nosotros pensamos y nos decimos una serie
de cosas que pueden ser positivas o negativas. A esto se le llama diálogo
interno, y depende de cómo sea, supondrá un aumento o disminución de emociones
como angustia o miedo.
Algunas
personas aumentan su ansiedad al hablar porque percibe a la gente como
enemigos, pero ellos en realidad pueden necesitar de tu experiencia, les puede
servir de gran utilidad lo que tu vayas a transmitirles.
El miedo es
un sentimiento personal e interno, el auditorio no tiene por qué darse cuenta a
no ser que nosotros se lo revelemos. La gente además suele quedarse con menos
ideas de las que exponemos.
Las causas
de este fenómeno pueden nacer de una falta de conocimiento sobre el tema, o de
la incapacidad de ver un final positivo. Si das largas y esperas a que llegue
el día clave de una presentación, evitando pensar en ello o exponerte, todavía
será mayor la ansiedad que sentirás.
El problema
está en que la persona se siente evaluada negativamente por los demás.
A veces
incluso podemos llegar a generalizar la ansiedad que sintamos delante de un
público, pudiendo llegar a extrapolar esa ansiedad a otras áreas de la vida, y
terminar por escapar de cualquier
situación que avecine ansiedad.
Los síntomas
que se suelen sentir son: temblor, sudoración de las manos, aumento de la
frecuencia cardíaca, dificultad al respirar, tensión muscular, pérdida de
concentración, diversos lapsus, molestias gástricas, voz inestable o vértigo.
Lee también: como crear un plan de desarrollo personal
Cosas que te impiden Hablar en Público
– Obsesión
por las reacciones fisiológicas que puedas llegar a experimentar
– Anticipar
consecuencias negativas, antes de hablar en público, creando una percepción
irreal de la situación
–
Generalizar de las situaciones anteriores de fracaso y pensar que el resto
serán igual
– Sentir
culpabilidad pensando en que si fueses diferente lo harías mejor
– Evaluarte
negativamente, sintiéndote incapaz de hacerlo bien
– Voluntad
de escapar de la situación estresante
– Pensar
solo en fallar
– Enfocarse
solo en un fallo menor y pensar en que no puedes centrarte como antes
Si evitas
experimentar cosas nuevas, evitas el riesgo pero también las ganancias. Si por
ejemplo dos personas te dan un feedback negativo sobre lo mismo, puede que
tengan razón, sin embargo, debemos aprender a escuchar las críticas y dejarse
afectar por estas, es algo que impide conseguir hablar a una masa.
Una Técnica interesante
Técnica de
la discusión de los pensamientos negativos. Es una técnica que sirve para ver
los pensamientos negativos de otra forma, estos, casi siempre, son automáticos
y llegan de repente, siendo difícil interrumpirlos o entender su origen.
El objetivo
es mirar a estos pensamientos como hipótesis que tienen que ser comprobadas y
no como verdades seguras que no se puedan discutir.
El secreto
es, cuando llega un pensamiento negativo, dudar de ello, y verificar si es
verdadero o no, sin llegar a recriminarnos a nosotros mismos por tenerlo.
Podemos entenderlo como un examen, donde los pensamientos pueden aprobar y ser
aceptados o suspender y ser rechazados para que la persona busque otros
pensamientos. Estos pensamientos son hábitos y tenemos que insistir para
conseguir un nuevo hábito.
Estudios sobre hablar en público
Trabajar en
contra del miedo a hablar en público significa trabajar con varios sistemas de
respuesta cognitivo, motor, fisiológico; En un estudio en una Universidad prestigiosa, se ha aplicado un
tratamiento con las técnicas de reestructuración cognitiva aplicada, relajación
aplicada auto-administrada y entrenamiento para hablar en público.
El principal
resultado obtenido fue que cada tratamiento fue eficaz en reducir las
manifestaciones externas de ansiedad.
Consejos para hablar en público
Hablar en
público en realidad es simplemente conversar, y eso siempre lo haces con todo
el mundo. Para mejorar la conducta de hablar en público y enfrentar el miedo un
consejo es fortalecer la voluntad de mejorarse para conseguirlo, es bueno
mostrar que lo que estamos exponiendo es una mínima parte de lo que en realidad
conocemos y que, si tuviéramos más tiempo, podríamos desarrollar más.
Prepara
adecuadamente la introducción, el objetivo es coger la atención de la gente
inmediatamente y despertar curiosidad, esto lo puedes lograr: contando una
anécdota, un chiste, etc; Luego, contar una breve explicación del tema
principal; y al final, enumerar brevemente por orden todos los puntos de la
charla.
Puedes por
ejemplo visualizar una imagen sobre lo quieres obtener. Por ejemplo, pensar en
que todo irá bien en el caso de encontrarte delante de la gente donde además
ellos están interesados y tu ilusionado por exponer las ideas más originales,
recibiendo posteriormente un agradecimiento.
O por
ejemplo, pensar en que cuanta más información tengas acerca del tipo de público
al que te vas a dirigir, mejor te vas a poder preparar.
Al hablar en
público es importante tener claro el objetivo, por ejemplo, de transmitir una
información o manifestar una opinión, entretener, etc.
Ya que no
significa tomar la palabra y hacer un discurso, sino establecer una
comunicación eficaz. Por eso, no debemos limitarnos a elaborar el discurso,
sino elaborar incluso la forma.
El orador
tiene que conseguir que el público se interese. Debemos diferenciar entre
conocer un tema y saber hablar de dicho tema.
Los
propósitos de nuestra intervención pueden ser por ejemplo: persuadir,
convencer, entretener, enseñar, decidir, corregir, enderezar, motivar a la
gente que nos escucha… miles de propósitos podemos tener, y es necesario
conocerlos.
El orador es
un artista de la expresión oral, no es un poeta, pero crea obras de arte con la
palabra, no es un actor pero se transforma en el escenario para hacer vivir,
sentir y pensar a su público, es un buen comunicador que sabe hacerse entender
y sabe lo que su público espera de él.
En fin,
convierte los nervios en entusiasmo. Algunos competidores llegaban a
interpretar los signos de nerviosismo del cuerpo (manos temblorosas, músculos
tensados, aceleración del corazón…) como señales de excitación y emoción.
Cómo comunicar de manera efectiva
En el mundo
laboral de hoy, saber hablar a grupos es importante, nos encontramos en la
sociedad de la información, donde la comunicación oral influye en todas las
fases de nuestras relaciones humanas. Nuestra forma de comunicarnos tiene
consecuencias en el mundo laboral, incluso en lo íntimo y sentimental. Aunque
la comunicación escrita sigue siendo importante, hoy en día la gente no lee
tanto como antes y nuestro mundo depende más de letreros escuetos y llamativos, por ello
la comunicación oral es una forma eficiente de informar a grupos.
Oral o escrito
Hay
diferencias entre la comunicación escrita y la oral, pues lo que expreses
verbalmente, en el caso de ser incorrecto, podrás rectificarlo, pero no
borrarlo. De hecho, un buen discurso tiene que ser preparado con tiempo para
evitar justamente esto.
Las personas
que debido a su profesión usan la comunicación oral constantemente, da la
impresión de que improvisan, aunque no es cierto, previamente tienen ideas claras
de lo que quieren comunicar.
Además
también sucumben al nerviosismo normal, aunque en niveles más bajos,
permitiéndoles tener la atención más enfocada y las energías activas.
La mirada
Al hablar en
público necesitamos crear una conexión con los presentes, esto es fundamental.
Por ejemplo, si hablas con una persona que mientras habla contigo mira siempre
su reloj, el piso o la revista, pensarías que esa persona no tiene interés en
hablar contigo, por otro lado, mantener el contacto visual construye la confianza,
y las personas sentirán que estás sosteniendo una conversación con ellos y no
darles un discurso, la gente presta más atención si forman parte de una
conversación y esto mantiene el interés de la audiencia, además podemos conocer
la reacción del público, si sonríen o asienten con la cabeza, lo interpretamos
como que están de acuerdo y esto puede animar a continuar, si agita su cabeza
podemos pensar que no está totalmente de acuerdo y damos una explicación, todo
esto hace que recibas estímulos positivos.
Cómo hablar en público
Vivimos en
un mundo que se mueve muy rápido. Todo cambia rápidamente y por eso, es
importantes que desarrollemos una comunicación eficaz, donde se produzca un
impacto seguro en la gente que te rodea.
Para ello es necesario enfrentarse a los demás, aprendiendo a hablar en
público.
Importancia de comunicarte en el
mundo laboral
Hoy el mundo
laboral necesita de seres humanos que tengan seguridad y confianza en ellos
mismos, capaces de enfrentarse a cualquier tipo de situación. Por esta razón,
es necesario desarrollar las habilidades que nos permitan comunicar a los demás
lo que queremos de manera eficaz.
Puntos fuertes para hablar en público
Las
características de la comunicación que son eficaces cuando queremos hablar en
público pueden ser muchísimas, pero podemos resumirlas en algunos sencillos
puntos, para que sea fácil entender bien lo que es realmente necesario.
1. Mirar a todos. Es bueno antes de empezar a
hablar mirar, si podemos, a la mayoría de la gente del público que luego tendrá
que escuchar nuestra voz. Para que así la mayoría de ellos puedan sentirse
considerados y parte del grupo.
2. Preguntar “¿qué tal?”. Las preguntas como “Que
tal?” o “Cómo estáis?” son estrategias para crear cercanía y romper el hielo
inicial.
3. Interacción con el público. Para que la gente
se sienta útil, y para aumentar el interés por lo que el público está
escuchando.
4. Hablar dando consejos. Hablar como si tenemos
delante estudiantes pasivos no permite un verdadero y eficaz aprendizaje del
contenido de la discusión. Por lo que,
es mejor hablar como si estamos dando consejos de vida, haciéndoles ver
que será útil para muchos campos de su vida.
5. Ejercicios prácticos. Poner en práctica lo que
se está diciendo es una manera para que el público se sienta útil, y para que
entienda mejor el contenido.
6. Temas interesantes. No solo la forma del
discurso tiene que cuidarse, el
contenido de la charla también debe cuidarse y ser de calidad. Entregar ideas
buenas y útiles.
7. Introducir en la charla a algún compañero/a.
Esto da la impresión al público que hay una buena complicidad y acuerdo entre
los miembros, concediendo mayor dinamismo.
8. Sonreír. La sonrisa se contagia con mucha
facilidad, es un signo agradable para la mayoría de gente, considerándose como
un rasgo potencialmente atractivo.
9. Más cerca del público. Ponerse lejos o en
sitios altos crea una situación en la que el público se siente lejano. Si
puedes acercarte a la zona del público, a menudo ayudará a sentir mayor
afinidad por parte del público.
10. Repetir. Dejarle claro al público que en
cualquier momento puede preguntar las dudas que tenga. Con ello evitarás que se
pierdan, además de permitirles que se sientas libres y seguros.
11. Resumen. Cada X tiempo, el hecho de hacer un
resumen, ayuda para aclarar el contenido en la discusión,
permitiendo que el público fijen los conocimientos.
Errores comunes a la hora de hablar
en público
No esperar a
que todos estén listos. Esperar a tener la atención de todos antes de empezar
es necesario para que tu mensaje llegue con fuerza.
Moverse
demasiado. Para capturar la atención y los ojos del público es necesario
mantenerse inmóviles durante algunos momentos de la charla.
No mirar a
los ojos del público. Un contacto visual es el primer vínculo que genera
relación.
Moverse si
habla un/a compañero/a. Porque la atención tiene que ser mantenida en lo que se
está diciendo y nada más.
Ponerse en
un lado. Ponerse en el centro ayuda el público a mirar bien el que habla.
Tener
siempre el mismo volumen de voz. Esto cansa a la gente que escucha y contribuye
a bajar el nivel de atención.
Pausas
largas. Las pausas demasiado largas desconcentran la atención en lo que se está
diciendo, pero las pausas pueden ser muy muy útiles para marcar las palabras
importantes.
No marcar
las palabras llave. Si ponemos todas las palabras en una única planta, no
podemos esperar que los demás entiendan cuales son los puntos importantes.
Transmitir
miedo. Esto no da credibilidad a uno mismo ni a lo que se quiere decir, además
termina generando un rechazo y sentimientos negativos en el público.
Marcar
errores. Si hacemos un error, solo nosotros sabemos que es un error, si no
damos a entender que nos hemos equivocados en algo, el público puede pasar por
alto el error.
Cuidado con
el lenguaje corporal. No ponerse en posiciones que pongan una barrera entre el
que habla y los demás
Hablar muy
rápido. El objetivo de la comunicación es sentirse seguros tanto tú como tu
público. Si hablas rápido la percepción que suscitas es de inseguridad y de
desconfianza sobre el tema que tratas.
Dar poco
espacio a quien escucha. Permitir a los demás entender con pequeñas pausas o
espacio para preguntas.
No mirar el
espacio físico disponible. Antes del día de la charla, visitar el lugar donde
estará la discusión, para ser mas conscientes del espacio físico donde moverse
con seguridad.
Soluciones para hablar en público
Preparar el tema
Con respeto
a conocer el tema, podemos decir que, saber muy bien lo que tenemos que contar,
impide que nos pongamos nerviosos en una situación que ya es estresante en si,
porque las sensaciones como sentir pánico o similares, a veces juegan un papel
desfavorable para nuestra memoria, y cuanto más fortalezcamos nuestra memoria,
menos estaremos afectados por la ansiedad o el miedo.
Prepara preguntas
Prepararse
posibles preguntas y respuestas sería también una solución, porque la mayoría
de las veces nos da miedo lo que no conocemos o que no esperamos, y no tenemos
el tiempo de pensar en una buena respuesta, eso puede darte seguridad. Otra
forma de adquirir seguridad en ti mismo al hablar es no excusarte, o sea, no
digas: “No soy bueno en esto” o cosas similares, porque a veces esto puede ser
interpretado como una actitud que transmita inseguridad, sobre todo si es al
comienzo de la presentación.
Planifica el tiempo
Planificar
el tiempo necesario para tu presentación te ayudará a conseguir bajar la
ansiedad y el nerviosismo, porque vas a saber perfectamente incluso el momento
más o menos en el que vas a terminar. Intenta evitar los discursos demasiado
largos.
Vídeos y imágenes
Las imágenes
y vídeos son una estrategia para no perder el hilo del discurso. Es un recurso
además dinámico para la gente, el cual les ayuda a mantener la atención en la
temática. Al mismo tiempo sirve también para evitar que el público esté
constantemente mirándote a ti, lo cual puede resultar a veces incómodo.
Crea un mapa
Otro
elemento que ayuda es el esquema, donde se recojan los puntos importantes. El
esquema permite no perder la vista del enfoque de la exposición, preparar la
línea argumental de nuestra presentación haciendo que sea coherente, evitando
los saltos, y dando a conocer el final de la temática, logrando que aumente la
atención de la gente.
Por
esto es bueno prepararte bien lo que
quieres decir, debe ser memorable.
Sitio
Visita el
sitio donde tendrás que hablar, para familiarizar con el. Puedes así disminuir
el nivel de ansiedad. Un consejo que te damos es que intentes moverte por el
lugar donde tendrás que hablar, recorriéndote todos sus espacios.
Grábate
Grabarte y
luego mirar el vídeo es quizás la mejor y más rápida manera de enterarte de cómo
será la presentación, porque te ves como los demás te ven, pero con ojo más crítico.
Piensa pósito
Pensar en un
final positivo por supuesto es mejor que pensar en un resultado desastroso,
porque te permite enfocarte en los
elementos de la realidad que pueden hacer de tu presentación un verdadero
éxito. Es conveniente que ese final que visualices no sea completamente
utópico, intenta que sea realista, instaurando objetivos y metas alcanzables.
Aprende a
gestionar la situación. Durante los primeros momentos de la exposición intenta
sonreír y agradecer la presencia de tu público. Conseguirás captar la atención
de ellos y vincularte.
Respira
Puede
parecer algo simple, pero tomarse unos momentos para respirar profundamente en
realidad aporta un sentido de relajación que en estos casos es fundamental. No
siempre lo que sientes se trasmite, aunque consideres que lo estás haciendo
fatal y que estás muy nervioso, necesariamente no transmites eso.
Cuando nos
grabamos, y luego nos visualizamos, puedes llegar a sorprenderte de la imagen
que realmente expresas.
¿Quieres aprender a hablar en
público?
Un orador tiene
que aprender a utilizar la respiración diafragmática como técnica para hablar
en público, aprender a ser conscientes del ritmo de la propia respiración.
Primero, es
importante dejar salir el aire en una explicación espiración larga y controlada
y luego hacerlo de nuevo pronunciando frases de diversa longitud. Cuando
respiras correctamente, tu voz suena más agradable. Esto sucede porque la
emisión de los sonidos empieza en el fondo de los pulmones y debe hacerse sin
esfuerzo. Sólo así puede un orador pronunciar largos discursos ante un gran
auditorio sin fatigarse.
Tono y enfoque
El enfoque
debe estar en el tema que vas a tratar y no en los receptores de tu mensaje,
incluso cuando acabas de hacer un error, la gente no sabe cómo tiene que ser la
presentación y por eso no puede percibir algo como un error.
Para no
perder el enfoque y no aburrir ni a ti ni a la gente que escucha puedes
utilizar el volumen, el tono y el ritmo correctos, juega con los volúmenes
alto, medio y bajo, con los tonos grave, medio y agudo, así como con la
velocidad lenta, media y rápida.
Palabras simples
Usar un
lenguaje accesible a cualquier tipo de profesional es la clave, en este caso,
todos los que escuchan pueden entenderte perfectamente y esto permite incluso
que a lo largo del tiempo se acuerden de lo que dijiste.
La
sinceridad siempre funciona, no seas distinto a cómo eres. Puede resultar poco
natural. Si hablas con la gente es porque tuviste una experiencia que ellos no
conocen, entonces es bueno compartirla con ellos, para que sientan la misma
emoción que tú sentiste, y la primera persona del singular puede ser un arma
eficaz.
A veces es más
importante saber transmitir y resumir que ser experto, saber transmitir bien la
idea que ser el que más sabe sobre ella, porque si te pones en los zapatos del
público, vas a entender que es mejor adaptar lo que vamos a contar y la forma
de contarlo a la gente que tienes, cuanto más creativa es una presentación, más
recuerdo e interés general, y al presentar elimina todo aquello que puede
distraer de las ideas esenciales.
Preséntate
Te dará
soltura y espontaneidad decir por qué estás ahí y qué motivación tienes con
respeto a tu tema y una buena forma de empezar es la frase final, además, es
bueno tener un final de alguna forma especial, porque la gente lo recuerda
mejor, juzgará si le interesa o no lo que vas a contar en los primeros minutos, contando las conclusiones y las
cosas más interesantes al principio, dando una visión de la estructura de la
charla.
Inicialmente,
lo que puedes hacer también es incorporar tu opinión personal, cualquiera puede
copiar y pegar un tema pero lo que hará la diferencia en tu presentación es lo
que tú le puedas aportar desde tu experiencia y conocimientos personales, es
importante dejar a la gente algo importante de ti, algo que les sea útil o les
transforme.
El silencio
El silencio
no tiene por qué ser negativo, por lo contrario, a veces resulta necesario para
dejar que la mente de la gente digiera lo que acabas de decir y así evitas de
sobrecargar de informaciones la audiencia, una presentación es un privilegio y
una oportunidad, no lo tomes como una amenaza o una prueba, o, si sientes que
el silencio te pone presión, puedes usar el humor en estos momentos, el sentido
del humor es el mejor aliado de un conferenciante, para quitarse de momentos de
vergüenza, y no te olvides de que en cualquier caso es imposible no comunicar,
con nuestra apariencia, nuestro gestos, nuestra manera de estar.
Date un premio
Pase lo que
pase y cualquier sea el resultado al fin, no hay duda de que lo que has hecho
es enfrentarte a la realidad con todas las dificultades que tiene, y por eso,
ya simplemente esto hay que considerarlo un éxito; además, los errores son
puntos que te sugieren donde puedes mejorar para ser siempre mejor. Hacer
buenas presentaciones es una forma de expresar tu creatividad y de compartir tu
punto de vista único.
También la
filóloga y experta en temas de comunicación María Ángeles Chavarría explica en
el libro “Hablar, en público y en privado”, las claves para no cometer errores
y también en su opinión lo que se tiene que hacer es: prepararse el comienzo de
una intervención, sobre todo para captar la atención del público, y el final
para dejar una buena impresión; prepararse bien el tema; evitar bloqueos; tener
cuidado al lenguaje corporal; el silencio no deja de ser una forma de
comunicar; usar contenidos prácticos; organizar los tiempos; cuidar la imagen
personal.
Sabemos que
a comunicar se aprende comunicando bien, si practicas tus defectos, estos se
consolidan, viendo lo que te gusta y lo que no, desarrollarás tu estilo
personal, pero el mejor modelo para ti eres tú, no se trata de hacerlo mejor
que los demás, sino de hacerlo mejor que ayer y que lo mismo suceda mañana.
Diferencia entre hombres y mujeres de
como hablan
Hay
diferencias en base al sexo, diferencias físicas y fisiológicas, que son
asociadas a diferencias en las características psicológicas, valores, y una
determinada forma de ser y de comportarse, que forman parte del género. El
género es una construcción social y puede por eso puede ser modificada con el
aprendizaje.
Hay una
clasificación de “lo femenino” y “lo masculino” realizada por Fernando G. Luigi
en su libro «Temas transversales y valores educativos«. Al hombre se le
atribuyen los rasgos de capacidad de organización, de ser lúcido, creador,
decidido, tenaz, firme, seguridad en sí mismo, la autonomía, la estabilidad y
el control de las emociones… Mientras que a la mujer se le atribuyen los rasgos
de inestabilidad emocional, sensibilidad, intuición, un yo débil y construido
en función de los demás.
Lo que se
valora en mayor medida son las características y los valores masculinos, y para
las mujeres es necesario hablar, convencer y persuadir al hablar en público.
Ser
consciente de esto, es necesario para anticipar esa tendencia e influencia
social, y comenzar a ser más partícipes y dueños de nuestra forma de
comunicarnos y de relacionarnos, tanto con nosotros mismos como con nuestro
entorno.
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