Educación de la voz

junio 06, 2015

 Educación de la voz
ARTICULACIÓN
¿A qué llamamos “buena articulación”? A la pronunciación clara de las palabras. Que los demás puedan oír y distinguir bien todo lo que decimos.
Por costumbre o pereza, algunas personas hablan con la boca muy cerrada, casi sin mover los labios. Otros, por timidez, adoptan un tono muy bajo y apenas se entiende lo que dicen.
Levanta la cara, limpia tu garganta, abre bien la boca. Igual que el músico, el locutor o la locutora afinan su instrumento antes de tocarlo, para que el público no pierda una sola nota de su sinfonía.
Práctica 7: MEJORAR LA ARTICULACIÓN
Ejercicio 1
Muerde un lápiz, como si tuvieras un freno de caballo en la boca. En esa posición, ponte a leer un periódico. Haz este ejercicio durante cinco minutos. Verás cómo vas aflojando todos los músculos de la cara.
Ejercicio 2
Toma un libro y ponte a leer en voz alta, lentamente y silabeando:
Cuan-do-el-co-ro-nel-Au-re-lia-no-Buen-dí-a…
Avanza algunos párrafos así, exagerando la lectura, como haciendo muecas para hablar. Luego, silabea más rápido, asegurándote que pronuncias cada una de las letras de cada palabra.
 DICCIÓN
La “buena dicción” es otra cosa. Se refiere a la exacta pronunciación de todas las letras y las palabras. La articulación se refiere a la claridad. Ahora hablamos de la corrección.
No hay que apelar a la popularidad de la emisora ni a la coloquialidad del lenguaje radiofónico para machacar el idioma. En un sociodrama no importa, porque estamos reflejando nuestra manera de hablar cotidiana. En una entrevista, el entrevistado puede hablar como le venga en gana, mientras no ofenda. Pero para conducir una revista o un informativo, los locutores y locutoras deberán esforzarse en pronunciar bien.
MEJORAR LA DICCIÓN
Ejercicio 1
Los trabalenguas son muy útiles. Busca uno con letras incómodas para ti. Por ejemplo, si tienes problema con las “erres”, practica el consabido “erre con erre cigarro, erre con erre barril, rápido corren los carros siguiendo la línea del ferrocarril”. Pronúncialo dos, cuatro, ocho, dieciséis veces… ¡hasta que la lengua te obedezca!
En las medicinas tienes otro estupendo ejercicio de dicción. Lee esos papelitos de letra pequeña donde vienen escritas las enredadas fórmulas químicas. ¡O imita a Mary Poppins cuando enseñaba a cantar aquello de SUPERCALIFRAGILISTICOESPIRALIDOSO!
Ejercicio 2
Un error de dicción muy frecuente son las LETRAS COMIDAS O AÑADIDAS.
Por ejemplo:
-Comerse las “eses”:
Lo paíse del Caribe viven tranquilo junto al mar.
-Comerse las “erres:
Hay que vela para poder imaginala.
Otro error frecuente son las LETRAS CAMBIADAS.
Por ejemplo:
-La “r” por la “l”:
Recoldal es volvel a vivil.
-O al revés, la “l” por la “r”:
Tengo la tripa revuerta.
-Cambiar la “b” por la “c”:
Octuve la licencia con acsoluta seguridad.
-Cambiar la “c” por la “p”:
El deporte me mantiene aptivo.
Revisa tu pronunciación. Y corrígela delante de un amigo o amiga que te señale los errores.
Ejercicio 3
También están las palabras mal dichas.
-haiga en vez de haya
-hubieron en vez de hubo         
-suidad en vez de ciudad
-satisfació en vez de satisfizo
-fuistes en vez de fuiste
-naiden en vez de nadie
-Grabiel en vez de Gabriel
Pregúntale a un colega que sepa cuáles son las palabras que dices mal. Y oblígate a decirlas bien.
Ejercicio 4
¿Qué hacer con los nombres o palabras en otros idiomas? El mejor camino es preguntarle a algún colega que sepa decirlas correctamente.
Pronuncia con naturalidad, no queriéndote hacer el gringo o el francés. ¡Se te reirán en castellano!


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