Técnicas para hablar en público
agosto 02, 2019
Técnicas
para hablar en público
Técnicas
para hablar en público
Hablar en
público es esencial para desarrollarse en el mundo académico y laboral, existen
muchas profesiones en las que la competencia verbal y oral es determinante.
Además, uno de los formatos de evaluación en el ámbito académico es la
presentación, defensa o exposición oral de un trabajo. No es menos importante
en la vida personal y social, pues somos seres sociales y vivimos en sociedad,
por lo que son muchas las ocasiones en las que debemos expresarnos en público.
Con
frecuencia, decimos que alguien es un buen o mal orador. Vemos los discursos de
personalidades famosas o conferenciantes y parece que hablar en público sea un
don innato que solo algunos tienen la suerte de poseer. Como en cualquier otra
habilidad, hay personas que que tienen ciertas condiciones y facilidad para
hablar en público.
Sin embargo, el buen orador no nace, sino que también se
hace. Tal como dijo Quintiliano: "Los poetas nacen, pero los oradores se
hacen". Por supuesto, se puede aprender a hablar ante los demás y hacer
discursos de calidad mediante el conocimiento de las técnicas y la práctica de
las mismas. Por todo ello, en este artículo de Psicología-Online, explicamos técnicas
para hablar en público fáciles de aplicar y muy eficaces. ¡A por ello!
También te
puede interesar: Cómo perder el miedo a hablar en público
Miedo a
hablar en público
El miedo a
hablar en público es una emoción más habitual de lo que parece que se expresa
como una sensación muy desagradable. Esta sensación se da en el momento de
hablar en público, pero también en los momentos previos y durante el periodo de
tiempo en el que la persona sabe que deberá hablar en público. Ya sea para
defender un trabajo en el colegio, presentar una propuesta en el trabajo o
hacer un discurso para una celebración.
El miedo a
hablar en público se debe a la percepción de peligro, es decir, a la creencia
de que hablar en público conlleva algún riesgo. Por ejemplo, hacer el ridículo,
hacerlo mal, que los demás piensen que no sabes, etcétera. Pero la realidad es
que no existe un peligro tan grande como para tener una reacción de miedo que
nos incapacite a hablar en público.
La emoción
de miedo, lleva asociada la acción de evitación y de huida. En caso de que se
huya de la situación y se evite hablar en público, el miedo se reforzará y se
fortalecerá. Por tanto, si quieres perder el miedo a hablar en público, lo
mejor que puedes hacer es afrontar la situación.
Cómo
aprender a hablar en público
Observa a
oradores y capta sus trucos. Fíjate en la gente que habla en público, qué
aspectos tienen en común, qué detalles te llaman la atención. Puedes buscar uno
o varios referentes. Observando a los demás, sabrás por donde empezar.
Imita a tus
referentes o personas que te guste como hablan ante los demás. Busca un momento
de tranquilidad, ponte en la piel de un orador e imítale copiando las técnicas
que utiliza al hablar en público.
Practica.
Todas las habilidades prácticas se aprenden repitiendo una y otra vez. Aprender
a dar discursos ante los demás se aprende con la práctica.
Identifica
los errores. Siempre hay algo que se puede mejorar. Sé consciente de los
fallos, elige uno de ellos y céntrate en ese para mejorarlo. Cuando hayas
adquirido ese aprendizaje, identifica otro error y sigue el mismo
procedimiento.
Técnicas
para hablar en público sin nervios
Es posible aprender
la habilidad de orar mediante el conocimiento y la aplicación de las técnicas
para hablar en público sin servios y la práctica de las mismas. A continuación,
se exponen algunas de las más importantes.
1. Creer en uno mismo
Aumentar el
nivel de seguridad en uno mismo. Se puede trabajar en aumentar la
autoconfianza, pues, para hablar en público, es de gran importancia creer en
uno mismo. Debes confiar en ti mismo, en tus capacidades y en tus
conocimientos.
2. No juzgarse
Lo
importante no es el orador, sino el discurso. El público, seguramente, no va a
observar y evaluar al orador, va a escuchar un discurso. Por tanto, lo
importante es lo que se transmita y lo que se aporte al público, la información
y la sensación que la audiencia se lleve de la ponencia.
3. Ignorar los nervios
Es normal
sentir cierta activación del organismo, como por ejemplo, aumento del ritmo
cardíaco y respiratorio, sudor en las manos, leve temblor y excitación general.
No pasa nada, simplemente el organismo se está activando para hacer frente a un
desafío. El corazón bombea más rápido para irrigar todas las zonas de nuestro
cuerpo, así como la respiración se acelera para proporcionar oxígeno. Los
músculos se preparan para el movimiento y aumenta la temperatura corporal. Todo
el cuerpo está listo para ayudarnos a afrontar el reto de dar una conferencia
en público. No es necesario darle más importancia de la que tiene.
Lee también: Estructura del discurso efectivo
4. Aprender técnicas de respiración y
relajación
En caso que
los nervios incapaciten para hablar en público, se deberá aprender técnicas de
respiración, como la respiración diafragmática, y de relajación, como la
relajación muscular progresiva de Jacobson. Para poder ponerlas en práctica y
conseguir un descenso de la activación fisiológica.
5. Imaginar
Hacer un
ejercicio de imaginación. El cerebro, en ocasiones, no distingue la realidad de
la imaginación. Por eso, es bueno imaginar previamente la situación en la que
uno mismo habla en público adecuadamente con el máximo detalle posible. Cuando
se hable en público, el cerebro no interpretará esta situación como totalmente
nueva, porque para él ya ha sucedido, aunque sea en imaginación.
6. Dominar el tema
Conocer a
fondo el tema a exponer proporciona las bases para una buen discurso, desde una
mayor sensación de autoconfianza, hasta un mayor conocimiento para preparar los
puntos importantes de la charla y también poder contestar las preguntas que el
público pueda plantar.
7. Tener claro el objetivo
Tener claro
el objetivo de la charla es necesario para tener un punto de referencia
presente en todo momento. Saber qué queremos comunicar y qué debemos transmitir
para que guíe el discurso. El objetivo debe aparecer en la conclusión.
8. Conocer a la audiencia
Saber las
características del público a quien irá dirigida la charla. Eso permite adaptar
tanto la información como la manera de darla. Para ello, es necesario ponerse
en el lugar de los asistentes y hablar al público de aquello que le resulte
interesante y en un lenguaje que se ajuste a su comprensión.
9. Preparar el discurso
Es
primordial preparar muy bien qué decir y como decirlo, es decir, planear un
guión con el esqueleto del discurso. Las primeras veces que se habla en
público, cuanto menos se deje al azar, mejor. Se recomienda empezar a preparar
el guión por la conclusión y continuar trazando el camino para llegar a ella
10. Generar interés
Para crear
expectativa y generar interés, se puede utilizar alguno de estos trucos para
llamar la atención:
Utilizar
ejemplos, contenido visual, datos estadísticos, metáforas, comparaciones,
etcétera. Es una manera de ofrecer la información de forma diferente y
atractiva. Sin embargo, estos recursos se deben emplear con moderación.
11. Establecer un buen ambiente con
el público
Tener la
simpatía del público será uno de los factores clave para que un discurso tenga
éxito. Eso se puede conseguir practicando la empatía, siendo honesto,
explicando alguna anécdota interesante o divertida e interaccionando con la
audiencia: se puede hacer un halago, una pregunta dirigida al público,
etcétera.
12. Ser natural
Se
recomienda optar por la sencillez, la facilidad y la claridad. Utilizar un
vocabulario comprensible y procurar no divagar ni perder el hilo de las
explicaciones.
13. Utilizar el humor, si procede
En
situaciones en que el uso del humor sea adecuado, este permite amenizar el
discurso y conectar con la audiencia. También suscita la sonrisa del público y
favorece la predisposición a mantener la atención.
14. Hacer un correcto uso del
silencio
Una pausa en
el discurso sirve por ejemplo, para dejar un espacio a la audiencia para procesar
la información y reflexionar. En este caso, se utilizaría tras una frase
importante, una explicación de peso o la formulación de una pregunta. Por otra
parte, el silencio permite llamar la atención y crear expectación. En este
caso, se puede utilizar antes de contestar a una pregunta, antes de seguir con
una parte importante del discurso o antes de desvelar una información.
Lee también: Cómo construir tu autoestima
0 comentarios