Pages

  • Home
  • mis redes sosiales
  • Grupo de telegram
facebook linkedin twitter youtube

Ruben Orellana


  • ¿Cuánto tiempo debe durar una buena presentación?




    Hacer una presentación tiene su ciencia. Exponer de forma clara y concisa un determinado tema requiere de cierta maestría para conseguir hacer llegar al público el mensaje que se quiere transmitir. A continuación, se muestran algunas claves que no pueden olvidarse cuando se debe realizar una presentación:

    Tener en cuenta el público. No todo el mundo posee el mismo nivel de conocimiento sobre ciertos temas. Tener en cuenta este punto cuando se quiere exponer una presentación es fundamental para conseguir comunicarse adecuadamente con los oyentes y que puedan captar las ideas principales de la misma. Emplear un lenguaje adecuado al grado de conocimiento de los oyentes es también un punto a tener en cuenta cuando se realiza una presentación.

    Lee también: 7 maneras poderosas de presentar con elocuencia



    Captar la atención. En los primeros treinta segundos de la presentación es cuando se decide todo. Es el tiempo en el cual el público es capaz de engancharse al ponente o por el contrario desconectar casi por completo. Los primeros treinta segundos deben exponer de forma impactante y llamativa el motivo de la presentación para conseguir que el público continúe escuchándote. Usar el humor, contar una pequeña historia, hacer a los oyentes partícipes de lo que se expone, etc., son algunas de las técnicas que pueden emplearse para conseguir que todo el mundo quiera escuchar toda la presentación.

    No sobrepasar el límite de tiempo en el cual el público presta atención. El límite de atención se sitúa en veinte minutos. Según diversos estudios, las personas adultas solamente son capaces de mantener la atención sobre un tema durante veinte minutos. A partir de ese momento, la capacidad de atención comienza a decaer paulatinamente, poco a poco, acortándose y llegando a mostrarse una capacidad de atención que ronda los tres o cuatro minutos al final de la charla.

    Estructurar la charla adecuadamente. Si la duración de la charla supera los veinte minutos lo mejor es estructurarla como dos o tres minipresentaciones de veinte minutos cada una. De esta forma, mediante cambios marcados de temas, se puede conseguir que el público se reinicie y sea capaz de mantener la atención durante más tiempo. Si el orador no es capaz de exponer lo más importante de un tema en esos veinte minutos, eso puede indicar que no ha visualizado con claridad el tema en su mente, que da demasiados rodeos o que incluye demasiados detalles. Exponer un tema con claridad implica dominarlo adecuadamente, ser capaz de explicarlo de forma sencilla, concisa y conseguir que los demás lo entiendan fácilmente.


    Una presentación representa la exposición clara de un tema, cuya duración ideal es de veinte minutos, tiempo en el cual el público es capaz de prestar toda su atención a la misma. Saber hacer que los oyentes se interesen por el tema expuesto es una ciencia, tarea para la cual se puede emplear el humor, la filosofía o la narración de una historia, etc., trucos que pueden hacer que el público sienta interés en continuar escuchando.

    Este articulo te puede interesar: 7 sentidos del desarrollo personal





    Continue Reading

    ¿Qué tan importante es el sentido del humor cuando hablas en público?


    Hace unos 5 o 10 años, nadie se habría preguntado por la importancia del humor en una ponencia, sino todo lo contrario: ¿el humor?, ¿en una presentación profesional?, ¡oh dios no!, era una calamidad total a la ética y al profesionalismo. Sin embargo, los tiempos han cambiado y diversos estudios, han demostrado que el uso de emociones como el humor está ligado a la inteligencia emocional y estimula la percepción y la retención del mensaje.
    La incorporación del humor es tan fundamental como el contenido en sí. Si se usa de manera correcta, esta emoción podría convertirse en un arma o un conector.

    El humor como una estrategia

    Es común que al inicio de una presentación, el público se encuentre un poco a la defensiva u hostil a causa de diversos factores, siendo el más común de ellos la suposición de una figura “autoritaria”. El humor es la herramienta ideal para suprimir los ambientes hostiles; tiene la capacidad de romper con las barreras imaginarias defensivas del público y demostrar que durante la ponencia, el emisor y el receptor no son enemigos, sino aliados. Por otro lado, el uso de está emoción durante un momento clave podría tener el efecto de un descanso o una pausa.

    Lee también: Discursos políticos



    Es normal que en las presentaciones largas se de una pausa de 10 o 15 minutos al público para que sus cerebros “descansen” y no se saturen de información, pero ¿qué pasa con las presentaciones cortas? ¿Cómo puedes dar un descanso al cerebro sin realizar una pausa? Es aquí cuando el humor se vuelve un recurso valioso: evita la sobrecarga de información y permite que el cerebro se relaje.

    Por último, la risa mantiene al oyente enfocado en lo que se está diciendo.

    Cuando se genera humor, esto causa un estímulo placentero que hace que el cerebro entre en un estado de excitación y se mantenga constantemente animado con respecto a la información proporcionada y a la espera de un nuevo estímulo.

    El humor para conectar

    Las emociones fuertes como la alegría, la tristeza e incluso el humor son capaces de conectar al emisor y al receptor y crear un vínculo de igualdad y entendimiento. Este recurso permite acercarse al público a través de una demostración de vulnerabilidad remarcando que todos en la sala poseen la misma naturaleza humana, creando así, un vínculo amistoso.



    Recursos del humor
    La risa es un arma de doble filo y así como puede crear un ambiente distendido, también puede crear tensión e incomodidad. La clave está en adaptar el humor según sea la personalidad del ponente, el material y el público receptor.

    El realismo y la exageración son recursos básicos del humor que se adaptan a todas las situaciones. Las verdades amargas exageradas contadas a través de anécdotas siempre generan gracia y empatía al público.

    Este articulo te puede interesar: TÉCNICAS PARA HABLAR EN PÚBLICO






    Continue Reading

    4 claves no verbales para presentar en público



    Siempre es lo mismo. Llega el día de la presentación, discurso o conferencia, y sigues sin sentirte preparado. Las mismas preguntas que la vez anterior vuelven a tu cabeza. ¿Les va a interesar lo que les tengo que contar? ¿Voy a saber transmitir mi mensaje? ¿Y si me olvido de algo en mitad del discurso? Después de todo vas a ser el líder del viaje al que tu público se ha apuntado. La solución en estos casos siempre parte de tener preparada tu presentación de forma sólida, habiendo memorizado bien la estructura y conocer a la perfección los puntos clave de la misma. Pero existen una serie de técnicas que te ayudarán a ganar confianza:

    1 – Mantén el contacto visual.


    Este es el punto más importante. Requiere que conozcas muy bien tu presentación y que la tengas bien preparada. Tu objetivo es mantener la atención de la audiencia cada segundo de tu discurso, y es increíblemente fácil perderla cuando cesa el contacto visual. Evita todo lo posible dar la espalda a los oyentes. Procura mirar lo menos posible los apoyos audiovisuales (en el caso de los tengas), o consultar tus notas. De esta manera demostrarás que conoces muy bien el tema del que estás hablando y serás más convincente. Tu público lo notará y será más receptivo.


    2 – Haz tu presentación de pie.

    Siempre que te sea posible dirígete a tu público desde una posición erguida. Al encontrarte en una posición ligeramente elevada sobre ellos, la sensación es de superioridad psicológica. Con ambos pies bien plantados en el suelo, separados por el ancho de tus hombros. Procura moverte lo justo y necesario, como veremos en el punto 4.

    Lee también: Cómo hablar en público con elocuencia



    3 – Controla los movimientos de tus brazos.

    Un exceso de movimiento dará la sensación de inseguridad. Además causa distracción del discurso que impartes. Sin embargo unos brazos inmóviles darán la sensación de rigidez y el mensaje no llegará a tu público. Evita cruzar los brazos o juntar las manos delante de ti para no crear barreras. Procura también mantener los brazos siempre en tus costados y moverlos para señalar puntos clave o enfatizar partes de tu presentación.


    4 – Aduéñate del escenario.

    Este es posiblemente el más difícil de conseguir, pues requiere de cierta experiencia. Dominar esta técnica es éxito asegurado en cualquier conferencia, presentación o discurso. No te muevas de un lado a otro del escenario alocadamente o causarás distracción. No te quedes tampoco anclado en la misma posición todo el tiempo o el discurso resultará monótono. Evita (a no ser que sea parte de tu estrategia) dar pasos atrás o darás la impresión de retractarte de tus palabras. Por el contrario, aprovecha las pausas y silencios entre partes de tu presentación, para moverte lateralmente a diferentes puntos del escenario y abarcar el máximo público posible.

    Con estos consejos básicos de aplicación inmediata conseguirás mejorar tu nivel de oratoria, y tu público disfrutará sin que tu presentación resulte tediosa.

    Lee también:  10 cosas que puedes hacer en tu vida diaria para mejorar tu desarrollo personal


    Continue Reading

    4 aspectos  para liderar una charla con tus empleados





    Todas las personas que forman parte de tu empresa son importantes porque por medio de su esfuerzo y su talento te acompañan en el camino hacia el éxito de este negocio que, al igual que esas personas, es único. Por tanto, para liderar una charla con tus empleados es fundamental que seas consciente de cuánto significan ellos en la historia del proyecto, especialmente, en esta fase del mismo. Gracias a ello, también tendrás esta visión humanista en una conversación guiada por la inteligencia emocional:

     1. Planifica qué quieres decir.


    Para optimizar mejor los minutos empleados en esta charla es muy importante que concretes previamente aquello que te gustaría expresar de acuerdo al objetivo de la misma. Concreta el mensaje de la idea principal en torno al tema y al contexto para mantener una argumentación coherente de principio a fin. Intenta medir el ritmo para que haya un equilibrio entre el tiempo que tú empleas para exponer tus ideas y el espacio que tienen los trabajadores para ofrecerte su propia perspectiva.


    2. Llama a cada trabajador por su nombre.

    Este gesto de comunicación es muy importante en la interacción personal. Es esencial que cada empleado se sienta único y no un simple número en el grupo contratado. Y el nombre es muy importante para cada protagonista. Además, también puedes utilizar el plural “nosotros” para expresar mensajes que refuerzan esta visión de un equipo que colabora con motivación para lograr un fin común a nivel corporativo.



    Lee también: 7 maneras poderosas de presentar con elocuencia



    3. Escucha aquello que tus empleados tienen que decirte.

    Ejercita el rol de la escucha durante tus charlas con ellos, porque gracias a esta disposición para atender la información que pueden decirte, puedes aplicar tu propia perspectiva sobre una situación determinada. Pon atención a estas ideas y sugerencias pero no prometas nada que no puedas cumplir porque el propósito de esta comunicación no es poner en marcha todas las iniciativas planteadas por el equipo. Esto es objetivamente inviable desde el punto de vista de los recursos y del tiempo. Al escuchar a los empleados les das el espacio que merecen en el proyecto y puedes sumar un mayor nivel de creatividad en el trabajo diario gracias a las aportaciones de los participantes.



    4. Cuida tus palabras durante la charla.

    Intenta utilizar más conceptos con un significado positivo para que el tono de tu discurso también esté orientado a la transmisión de ese entusiasmo que incrementa la motivación externa. Existe una palabra que no debe faltar durante tu charla: gracias. Cuida el inicio y el cierre de la presentación. Las conclusiones pueden estar acompañadas por este mensaje de gratitud hacia los empleados, hazles partícipes, una vez más, del reconocimiento hacia ellos por su compromiso y su esfuerzo diario.

    Finalmente, aprende. No solo puedes hacerlo por medio de las enseñanzas obtenidas a partir de tu experiencia, sino que también puedes formarte por medio de la realización de cursos de comunicación. Por tanto, estos cuatro pasos pueden definir un esquema de acción para liderar las charlas con los empleados.

    Lee también: 7 sentidos del desarrollo personal




    Continue Reading

    Como vencer el pánico escénico



    Podríamos tener miedo a la oscuridad; a ciertos animales, a las alturas o incluso a los impuestos; pero pocas cosas hacen temblar más al ser humano que el pánico escénico.  Científicamente conocido como glosofobia (terror a hablar en público) ni las arañas de Spielberg pueden competir en capacidad a la hora de paralizarnos de angustia, nublar nuestros pensamientos y enfriar nuestras manos con un sudor gélido (Ya sé, quizás estoy exagerando).

    La cosa como que tiene que ver con el verbo, entonces. ¿Cómo podrás combatir el miedo a expresarte ante diez, veinte, cincuenta o cien personas? Ésta es una pregunta frecuente en mis charlas sobre lenguaje corporal.

    Para facilitarte la tarea, éstas son las ocho claves que debes tomar en cuenta para olvidarte de una vez por todas del pánico escénico:

    1. La pasión nace de la investigación, y no al revés

    El escenario muchas veces es el mismo: debes impartir una presentación o incluso una conferencia, y sin haber comenzado a prepararte ya estás pensando en un desenlace bochornoso.

    Una presentación extraordinaria comienza por la pasión por el tema que vas a tocar; eso y nada más.

    Algunos creen que la pasión por el tema es lo que te lleva a profundizar en el estudio del mismo, pero la verdad es al revés; en la medida que investigas un tema, sus fuentes, protagonistas, historias laterales, hechos curiosos, estadísticas e implicaciones, te gustará más y más.

    No importa cuánto creas saber de un tema; tendrás que profundizar.

    Debes asegurarte de contar con suficiente información actualizada -de diversas fuentes- como para que tu cerebro pueda estructurar una idea general del tema, condición crucial para poder proyectar un tema con seguridad en un discurso.

    En resumidas cuentas, no es lo mismo tratar de exponer un tema que revisas «por encima» en Wikipedia a otro que te has tomado la molestia de investigar en profundidad.

    2. Divide y vencerás al pánico escénico

    Si te dicen que debes hacer una exposición de veinte minutos, terminas por recordar la analogía de Einstein sobre la relatividad: vas a sentir que estás sentado sobre una hornilla durante toda la exposición, esperando que los minutos pasen rápido.

    Pero ¿Qué pasaría si esos mismos veinte minutos los divides en pequeños bloques de dos minutos y medio? tendrías ocho «contenedores», donde no sería difícil distribuir ocho partes de tu discurso entre introducción, breve historia, personalidades influyentes, aplicaciones, teorías, etcétera.  Y dos minutos y medio para hablar de un sub-tema pasan volando.

    ¡Haz la prueba!

    3. Ínflate bien 

    Para dominar el terror que sientes cuando te enfrentas a un público de extraños, es importantísimo desarrollar tu respiración diafragmática.
    ¿Y eso con qué se come?, preguntarás.

    Se trata simplemente de respirar profundamente inflando la barriga o «panza», y no el pecho.

    ¿Recuerdas que la forma de tus pulmones es más amplia en la parte de abajo? pues si sólo inflas el pecho estamos desperdiciando casi un 60% de capacidad respiratoria. ¿Y qué estás sacrificando? oxígeno, ese almuerzo eólico tan importante para tu materia gris.

    4. Usa la tecnología a tu favor, no en contra

    En estos días es posible acompañar cualquier exposición con una presentación digital, ya sea en powerpoint o en otro software similar.  Pero hacer una presentación que cumpla con las normas básicas de la funcionalidad estética parece que escapa al criterio de muchos, pues generalmente vemos despliegues de figuritas, animaciones y colores que más que atraer la atención del público lo que hacen es desviarla.  Entre las recomendaciones generales que puedo darte:

    – Evita las animaciones; Ciertamente llaman la atención, pero NO quieres que los ojos del público estén en la figurita, sino en ti.

    – Usa una gama de colores limitada: es un error común colocar muchas figuras de muchos colores, pensando que así la presentación se verá más «impactante».  En realidad termina pareciendo como que un camión que transportaba trajes de payaso se volcó en la autopista.

    – Coloca información puntual: es un crimen flagrante poner más de cincuenta palabras en una lámina; recuerda que es un material de apoyo, y que tú eres quien debe proyectar el contenido al público.

    Una presentación diseñada profesionalmente les inspirará confianza y seguridad. ¡Compruébalo!

    5. Práctica

    ¿Acaso puedo exagerar este punto? ya lo he mencionado en varios artículos, y éste no va a ser la excepción:

    Práctica, practica, practica otra vez.

    Éste es el secreto a voces que todo el mundo sabe pero que a todos nos da fastidio poner en práctica, sobre todo porque nos recuerda que vamos a tener que exponer.

    (Y te escribe uno que detestaba practicar porque ¡Me daba pena conmigo mismo!)
    Sí, terrible.

    La realidad ineludible es que mientras más practiques (ante un espejo, con familiares, amigos o filmándote), mejor te irá.

    No creas que los motivadores profesionales y los políticos, por más experiencia dando discursos que tengan, no hacen esto también.  Así que, si ellos lo hacen, mucho más razón para que tú lo apliques.

    Lee también: Principales cualidades del liderazgo



    6) Tu actitud

    Una vez que has practicado lo suficiente la presentación para controlar tus ataques más fuertes de pánico escénico, es hora de añadir un poco de técnicas avanzadas.  Utiliza preguntas retóricas para mantener la atención de tu público, como por ejemplo… «¿Qué tanta influencia creen que tiene el medio ambiente en el rendimiento académico?».
    Inserta silencios de uno o dos segundos después de datos relevantes o curiosos;  Para los puntos más interesantes, baja un poco la voz, como si estuvieses diciendo un secreto, y luego recupera tu volumen normal.  En los momentos más importantes, acércate a tu público dando un paso o dos hacia ellos; cuando no sea necesario agregar tensión, sepárate un poco.

    ¡Dale interés a tu exposición con estas técnicas! Que sea algo que tu público recuerde, principalmente por la manera como te expresaste.

    7) El que madruga… encuentra el salón solo

    Nada peor para tu autoconfianza que llegar tarde el día de la charla.  No sólo predispondrás al público en tu contra, sino que te sentirás presionado por haberlos hecho esperar, por lo que sentirás que tu rendimiento deberá ser el mejor… y por ahí te vas en un derrotero de pensamientos negativos que echará abajo todo lo que has construido con tanto esfuerzo.
    Siéntete dueño de esa sala vacía; eso te programará positivamente para tu discurso.
    Asegúrate de llegar temprano, si es posible antes que todos, para probar todas las herramientas que necesitarás; laptop, proyector digital, láminas, etc.



    8) Mira que te mira, pero…¡Sin mirar!
    Llega el momento de la verdad, y nos toca el momento de nuestra presentación.  Pero pasa algo curioso; por ley de Murphy, te ha tocado exponer después de cuatro o cinco compañeros o colegas y el público está algo cansado.

    El lenguaje corporal de la audiencia puede que te desmoralice un poco -o incluso, bastante- si ves a la gente con las caras apoyadas en las manos, jugando con bolígrafos, con la mirada extraviada o peor aún, jugueteando con sus teléfonos celulares.  Quizá no seas capaz de animarlos, pero tampoco debes preocuparnos por esta actitud (que es perfectamente normal).

    Para que esta situación no te afecte, trata de hacer el truco de «ubicar tres rostros en el público, uno a la izquierda, uno a la derecha y uno al centro y míralos alternadamente a lo largo del discurso» pero sin mirar directamente a ningún rostro en particular. Dirige la mirada al vacío entre dos personas; desconéctate de las expresiones faciales de quienes te escuchan.

    Vencer el pánico escénico no es tarea fácil.

    Pero puedes hacerlo si comprendes tu propia psicología y descifras lo que hay detrás de ese miedo.

    Pero para eso, debes comenzar por comprender tu propia inteligencia emocional. Tus sentimientos. La forma como los expresas y cómo aprecias los de los demás.

    Ése es el primer paso, a través del lenguaje corporal.

    Lee también: Habilidades para hablar en público




    Continue Reading

    Cómo superar el miedo escénico a hablar en público




    De esta definición podemos extraer una primera conclusión clara: tenemos miedo porque visualizamos el fracaso, unas veces porque recordamos hechos anteriores y otras, simplemente, porque nos lo imaginamos.

    Pero también puede darse el hecho de que el miedo escénico sea una simple cuestión ambiental. Hemos oído tantas veces hablar de pánico escénico, hay tantos libros, artículos, vídeos y cursos sobre superar el temor al escenario y es un tema tan popular que nos parece normal sentir este miedo.

    Sin embargo, si te mueves en un ambiente en el que la gente habla sin temor en cualquier circunstancia, incluso improvisando (breves o no tan breves) discursos, que se expresa con comodidad y te cuenta las maravillas de dar conferencias o clases, la cosa sería muy diferente. Cualquiera que tenga contacto con una persona sin miedo escénico estaría deseando probar el sabor del éxito al final de una ponencia, por ejemplo.

    Mujer con miedo escénico en una clase

    Si nunca lo has hecho, no temas

    Si nunca has hablado en público y tienes que enfrentarte a ello, lo mejor es que te fijes en la gente que disfruta haciéndolo. Observa cómo se mueve, lo bien que se siente, lo segura que se muestra esa persona. Existen numerosos vídeos en Internet de gente dando conferencias. Busca alguno de estos y observa la seguridad que transmiten. Un truco: ponte delante de un espejo en tu casa y haz lo mismo.

    Y, sobre todo, concéntrate en los aplausos del final, en la cara de interés del público. Ahora, métete en su piel y visualízate. ¿Qué sientes?

    Si fracasaste en el pasado, aprende de tus errores

    Que hayas tenido una situación negativa en el pasado no implica que tenga que ser siempre así. Lo primero que tienes que hacer es pensar en lo qué pasó, pero no en el resultado, sino en tu actitud antes, durante y después del evento.

    Saca tus conclusiones, ríete de ti mismo y resetea tu mente. Piensa en positivo, y ponte en la piel de un orador de éxito, siente los aplausos y el calor de la gente.

    Normalmente nos dejamos influir por nuestras experiencias pasadas y las convertimos en nuestras referencias. Y en cierta medida es correcto, pero siempre y cuando aprendamos de ello. Analizar y pensar sobre lo que salió mal nos ayudará a aprender a corregir errores de cara al futuro. Así pues, en lugar de dejar que estas experiencias nos condicionen de forma negativa, que nos sirvan de aprendizaje.

    Hasta los conferenciantes más brillantes tuvieron sus inicios. Unos inicios marcados por la inseguridad y los nervios. Por el miedo al fracaso y al «qué dirán». Pero poco a poco y a medida que analizan sus fallos, van ganando en confianza. La mejor forma de superar este miedo es exponernos a él. De esta forma, romperemos esa barrera que nos separa de lo que ahora nos parece un abismo.
    Errores cognitivos más frecuente:

    Subestimar nuestras propias capacidades.

    Sobredimensionar la probabilidad de cometer errores.

    Pensar que los demás se darán cuenta de todos nuestros síntomas de ansiedad.
    Sobrestimación de la probabilidad e intensidad de la crítica y el rechazo.

    Existencia de una atención selectiva hacia reacciones negativas de los demás y falta de atención a las reacciones positivas.

    Evaluación excesivamente negativa de nuestra actuación.

    Exageración de los errores.

    Recuerdo selectivo de las experiencias negativas.

    Atribución de los éxitos a factores externos.

    No debemos olvidar que estos errores, como su propio nombre indica, son errores. Así pues, no debemos centrarnos en ellos ni convertirlos en el centro de nuestra experiencia.

    Algunas ideas positivas para superar el miedo escénico

    Hombre que da una charla sin miedo escénico

    La gente no acude a verte sufrir, sino a disfrutar con tu discurso

    Las personas tenemos mucho que hacer para ir a sacarle falta a un conferenciante. Lo que todos buscamos es aprender, disfrutar, compartir ideas. Dale a tu público lo que quiere, es lo mismo que quieres tú. ¿Para qué perder el tiempo en pensamientos negativos?

    Ensaya, entrena, practica

    Lo de visualizar está muy bien, pero eso no significa que te abandones a la suerte. Practica, entrena, ensaya…. Llámalo como quieras. Pero, como a hablar se aprende hablando, ¿a quién aburro repitiendo el mismo discurso una y otra vez?

    No es necesario, de hecho, es casi desaconsejable, al menos hasta que no tengas seguridad en ti mismo. Llena una habitación de juguetes o papeles pintados con caras y habla para ellos. Si te equivocas… ¡genial! Tienes una excelente oportunidad para improvisar, una capacidad imprescindible para desenvolverse en público.

    Y, por supuesto, grábate y analiza lo que haces. Esto es algo que a muchas personas les da un pánico horrible. No importa, tú grábate y mira los vídeos cuando sientas que lo has hecho bien.

    Lee también: 7 sentidos del desarrollo personal



    Puede que tengas que repetirlo muchas veces, pero no importa. Te ayudará a ganar confianza y a mejorar muchísimo.

    No permitas que nadie te diga que no puedes

    Huye de esas personas tóxicas que se dedican a echar su mierda sobre ti. Céntrate en la gente que te anima, que te apoya y que confía en tus posibilidades.

    ¿Eres tú el que se autosabotea? Entonces, tal vez sea hora de salir a tirar la basura. Libérate de pensamientos negativos y quiérete.

    Cómo dominarte y controlar la situación

    Hombre dando una conferencia sin miedo escénico



    Ya te has visualizado, has ensayado, te has llenado de energía positiva y has practicado un poco más. Estás preparado para salir a triunfar.

    Pero, aún así, sientes un pequeño temblor en las piernas o notas una especie de sudor frío que te recorre todo el cuerpo. Bueno, puede que estés un poco nervioso, pero también que sientas una gran emoción. Intenta canalizar tus energías y haz lo siguiente:

    Habla con pasión y enamora a tu público

    La gente sentirá mucho más interés por lo que dices y se involucrará en el discurso. La energía positiva que desprendas al hablar te irá alimentando durante la charla.

    Divide tu discurso en parte fáciles de diferenciar

    Esto te ayudará a enfrentar cada parte de forma independiente, a memorizar el discurso y a sentir que evolucionas con éxito. Además, para tu público también será más fácil escucharte.


    Respira hondo

    Las técnicas de respiración son fundamentales para hablar en público y superar el miedo escénico, igual que para relajarse y concentrarse. Practica la respiración diafragmática antes de salir a hablar, consciente de lo que haces. Oxigenarás tu cuerpo y te sentirás más tranquilo.

    Tómate un vaso de agua

    Mesa de reuniones

    No te olvides de beber un vaso de agua tranquilamente. Eso le enviará a tu cerebro un mensaje de tranquilidad. Es más, ten a mano agua mientras hablas. Puedes tomar un sorbito de vez en cuando, aprovechando el paso entre una sección y otra, o mientras alguien formula una pregunta.

    Siempre que puedas, aprovecha la tecnología

    No significa que lleves tu discurso escrito en una presentación y que la leas, por supuesto que no. Se trata de que te apoyes en la tecnología para facilitar tu discurso, bien a través de diapositivas que te ayuden a estructurar la charla, fotos que hagan más gráfico lo que dices o cualquier otra cosa que te facilite las cosas y que ayude al público a captar mejor tu mensaje.

    Acude con tiempo al lugar del acto

    Así, además de poder explorar con calma la sala y de visualizarte en ese contexto, vas a poder comprobar que todo lo que necesitas está bien: luces, conexiones eléctricas, equipo informático, etc.

    «Nunca prediques porque tienes que decir algo, sino porque tienes algo

    Lee también: Cómo hablar en público con elocuencia


    Continue Reading

    Técnicas para hablar en público


    Técnicas para hablar en público

    Hablar en público es esencial para desarrollarse en el mundo académico y laboral, existen muchas profesiones en las que la competencia verbal y oral es determinante.

     Además, uno de los formatos de evaluación en el ámbito académico es la presentación, defensa o exposición oral de un trabajo. No es menos importante en la vida personal y social, pues somos seres sociales y vivimos en sociedad, por lo que son muchas las ocasiones en las que debemos expresarnos en público.

    Con frecuencia, decimos que alguien es un buen o mal orador. Vemos los discursos de personalidades famosas o conferenciantes y parece que hablar en público sea un don innato que solo algunos tienen la suerte de poseer. Como en cualquier otra habilidad, hay personas que que tienen ciertas condiciones y facilidad para hablar en público.

     Sin embargo, el buen orador no nace, sino que también se hace. Tal como dijo Quintiliano: "Los poetas nacen, pero los oradores se hacen". Por supuesto, se puede aprender a hablar ante los demás y hacer discursos de calidad mediante el conocimiento de las técnicas y la práctica de las mismas. Por todo ello, en este artículo de Psicología-Online, explicamos técnicas para hablar en público fáciles de aplicar y muy eficaces. ¡A por ello!
    También te puede interesar: Cómo perder el miedo a hablar en público

    Miedo a hablar en público

    El miedo a hablar en público es una emoción más habitual de lo que parece que se expresa como una sensación muy desagradable. Esta sensación se da en el momento de hablar en público, pero también en los momentos previos y durante el periodo de tiempo en el que la persona sabe que deberá hablar en público. Ya sea para defender un trabajo en el colegio, presentar una propuesta en el trabajo o hacer un discurso para una celebración.

    El miedo a hablar en público se debe a la percepción de peligro, es decir, a la creencia de que hablar en público conlleva algún riesgo. Por ejemplo, hacer el ridículo, hacerlo mal, que los demás piensen que no sabes, etcétera. Pero la realidad es que no existe un peligro tan grande como para tener una reacción de miedo que nos incapacite a hablar en público.

    La emoción de miedo, lleva asociada la acción de evitación y de huida. En caso de que se huya de la situación y se evite hablar en público, el miedo se reforzará y se fortalecerá. Por tanto, si quieres perder el miedo a hablar en público, lo mejor que puedes hacer es afrontar la situación.

    Cómo aprender a hablar en público
    Observa a oradores y capta sus trucos. Fíjate en la gente que habla en público, qué aspectos tienen en común, qué detalles te llaman la atención. Puedes buscar uno o varios referentes. Observando a los demás, sabrás por donde empezar.

    Imita a tus referentes o personas que te guste como hablan ante los demás. Busca un momento de tranquilidad, ponte en la piel de un orador e imítale copiando las técnicas que utiliza al hablar en público.

    Practica. Todas las habilidades prácticas se aprenden repitiendo una y otra vez. Aprender a dar discursos ante los demás se aprende con la práctica.
    Identifica los errores. Siempre hay algo que se puede mejorar. Sé consciente de los fallos, elige uno de ellos y céntrate en ese para mejorarlo. Cuando hayas adquirido ese aprendizaje, identifica otro error y sigue el mismo procedimiento.



    Técnicas para hablar en público sin nervios

    Es posible aprender la habilidad de orar mediante el conocimiento y la aplicación de las técnicas para hablar en público sin servios y la práctica de las mismas. A continuación, se exponen algunas de las más importantes.

    1. Creer en uno mismo

    Aumentar el nivel de seguridad en uno mismo. Se puede trabajar en aumentar la autoconfianza, pues, para hablar en público, es de gran importancia creer en uno mismo. Debes confiar en ti mismo, en tus capacidades y en tus conocimientos.

    2. No juzgarse

    Lo importante no es el orador, sino el discurso. El público, seguramente, no va a observar y evaluar al orador, va a escuchar un discurso. Por tanto, lo importante es lo que se transmita y lo que se aporte al público, la información y la sensación que la audiencia se lleve de la ponencia.

    3. Ignorar los nervios

    Es normal sentir cierta activación del organismo, como por ejemplo, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, sudor en las manos, leve temblor y excitación general. No pasa nada, simplemente el organismo se está activando para hacer frente a un desafío. El corazón bombea más rápido para irrigar todas las zonas de nuestro cuerpo, así como la respiración se acelera para proporcionar oxígeno. Los músculos se preparan para el movimiento y aumenta la temperatura corporal. Todo el cuerpo está listo para ayudarnos a afrontar el reto de dar una conferencia en público. No es necesario darle más importancia de la que tiene.

    Lee también: Estructura del discurso efectivo

    4. Aprender técnicas de respiración y relajación

    En caso que los nervios incapaciten para hablar en público, se deberá aprender técnicas de respiración, como la respiración diafragmática, y de relajación, como la relajación muscular progresiva de Jacobson. Para poder ponerlas en práctica y conseguir un descenso de la activación fisiológica.

    5. Imaginar

    Hacer un ejercicio de imaginación. El cerebro, en ocasiones, no distingue la realidad de la imaginación. Por eso, es bueno imaginar previamente la situación en la que uno mismo habla en público adecuadamente con el máximo detalle posible. Cuando se hable en público, el cerebro no interpretará esta situación como totalmente nueva, porque para él ya ha sucedido, aunque sea en imaginación.

    6. Dominar el tema

    Conocer a fondo el tema a exponer proporciona las bases para una buen discurso, desde una mayor sensación de autoconfianza, hasta un mayor conocimiento para preparar los puntos importantes de la charla y también poder contestar las preguntas que el público pueda plantar.

    7. Tener claro el objetivo

    Tener claro el objetivo de la charla es necesario para tener un punto de referencia presente en todo momento. Saber qué queremos comunicar y qué debemos transmitir para que guíe el discurso. El objetivo debe aparecer en la conclusión.

    8. Conocer a la audiencia

    Saber las características del público a quien irá dirigida la charla. Eso permite adaptar tanto la información como la manera de darla. Para ello, es necesario ponerse en el lugar de los asistentes y hablar al público de aquello que le resulte interesante y en un lenguaje que se ajuste a su comprensión.

    9. Preparar el discurso

    Es primordial preparar muy bien qué decir y como decirlo, es decir, planear un guión con el esqueleto del discurso. Las primeras veces que se habla en público, cuanto menos se deje al azar, mejor. Se recomienda empezar a preparar el guión por la conclusión y continuar trazando el camino para llegar a ella

    10. Generar interés

    Para crear expectativa y generar interés, se puede utilizar alguno de estos trucos para llamar la atención:

    Utilizar ejemplos, contenido visual, datos estadísticos, metáforas, comparaciones, etcétera. Es una manera de ofrecer la información de forma diferente y atractiva. Sin embargo, estos recursos se deben emplear con moderación.

    11. Establecer un buen ambiente con el público

    Tener la simpatía del público será uno de los factores clave para que un discurso tenga éxito. Eso se puede conseguir practicando la empatía, siendo honesto, explicando alguna anécdota interesante o divertida e interaccionando con la audiencia: se puede hacer un halago, una pregunta dirigida al público, etcétera.

    12. Ser natural

    Se recomienda optar por la sencillez, la facilidad y la claridad. Utilizar un vocabulario comprensible y procurar no divagar ni perder el hilo de las explicaciones.

    13. Utilizar el humor, si procede

    En situaciones en que el uso del humor sea adecuado, este permite amenizar el discurso y conectar con la audiencia. También suscita la sonrisa del público y favorece la predisposición a mantener la atención.

    14. Hacer un correcto uso del silencio

    Una pausa en el discurso sirve por ejemplo, para dejar un espacio a la audiencia para procesar la información y reflexionar. En este caso, se utilizaría tras una frase importante, una explicación de peso o la formulación de una pregunta. Por otra parte, el silencio permite llamar la atención y crear expectación. En este caso, se puede utilizar antes de contestar a una pregunta, antes de seguir con una parte importante del discurso o antes de desvelar una información.

    Lee también: Cómo construir tu autoestima



    Continue Reading
    Newer
    Stories
    Older
    Stories

    CURSO DE ORATORIA

    CURSO DE ORATORIA

    SUPER LECTOR

    SUPER LECTOR
    SUPER LECTOR

    EMBUDOS DE VENTAS

    EMBUDOS DE VENTAS

    CANAL DE YOUTUBE

    Podcast

    Redes Sociales

    • facebook
    • twitter
    • youtube

    Labels

    10 consejos autoestima buena presentación como contar un cuento como hablar en público como mejorar la dicción. como superar el miedo a hablar en público como vencer el pánico escénico comunicación efectiva comunicador comunicador poderoso comunicar confianza confianza en ti curso aprenda escribir libro Curso de oratoria cursos de oratoria cursos de oratoria gratis curvas de entonación desarrollo personal discurso ebook enfrentar el temor a hablar en público entretener al público estrategia estructura habla para triunfar hablar bien en público hablar como profesional hablar con seguridad Hablar en público hablar en público. oratoria humor impacta a tu auditorio inteligencias múltiples libro orador oratoria oratoria exótica Oratoria online oratoria practica oratoria Ruben Orellana oratoria. confianza en ti misno podcast presentación Presentación en powerpoint programación Ruben Orellana Rubén Orellana Rubén Orellanadesarrollo personal sentido del humor Speaker superar los nervios Técnica “MÁGICA” Técnica Efectiva tiempo para presentar en público tono de voz tu Presentación En Público vencer el miedo vencer el miedo escénico vencer los nervios voz discurso

    Blog Archive

    • junio 2024 (2)
    • mayo 2024 (2)
    • febrero 2024 (1)
    • diciembre 2023 (1)
    • diciembre 2021 (1)
    • octubre 2021 (1)
    • septiembre 2021 (1)
    • agosto 2021 (2)
    • julio 2021 (2)
    • mayo 2021 (2)
    • abril 2021 (2)
    • marzo 2021 (6)
    • febrero 2021 (5)
    • enero 2021 (6)
    • diciembre 2020 (9)
    • noviembre 2020 (6)
    • octubre 2020 (1)
    • julio 2020 (1)
    • junio 2020 (3)
    • abril 2020 (1)
    • marzo 2020 (3)
    • noviembre 2019 (1)
    • octubre 2019 (4)
    • septiembre 2019 (6)
    • agosto 2019 (7)
    • julio 2019 (7)
    • noviembre 2018 (5)
    • octubre 2018 (8)
    • noviembre 2017 (1)
    • octubre 2017 (2)
    • septiembre 2017 (1)
    • marzo 2017 (2)
    • febrero 2017 (1)
    • septiembre 2016 (1)
    • julio 2016 (3)
    • junio 2016 (2)
    • mayo 2016 (6)
    • abril 2016 (2)
    • marzo 2016 (1)
    • enero 2016 (9)
    • diciembre 2015 (4)
    • noviembre 2015 (8)
    • octubre 2015 (15)
    • septiembre 2015 (12)
    • agosto 2015 (15)
    • julio 2015 (1)
    • junio 2015 (11)
    • mayo 2015 (18)
    • abril 2015 (15)
    • marzo 2015 (14)
    • febrero 2015 (9)
    • enero 2015 (8)
    • diciembre 2014 (8)
    • noviembre 2014 (12)
    • octubre 2014 (11)
    • septiembre 2014 (13)

    Popular Posts

    • hablar en público: Dinámicas y Juegos
    • Descarga el Curso de Oratoria:

    Most Popular

    • hablar en público: Dinámicas y Juegos
    • Descarga el Curso de Oratoria:


    facebook Twitter instagram pinterest linkedin

    Created with by BeautyTemplates

    Back to top