Estar
dispuesto a hablar, incluso cuando la voz tiembla, es un tema muy relevante en
este momento. Estamos en un momento en el que debemos estar dispuestos a tener
conversaciones valientes, incluso a riesgo de desafiar nuestro nivel de
comodidad.
Si bien
todos tenemos diferentes experiencias y antecedentes, DEBEMOS estar dispuestos
a experimentar en diferentes contextos ya sea en lo cultural... religiosas... socioeconómicas.
NECESITAMOS comprometernos a cruzar esas etapas y HABLAR para que todos podamos
salir juntos de esto. Estamos en un momento en el que realmente no es una
conversación en blanco y negro. Es una conversación correcta e incorrecta.
Requiere que
dejemos atrás la incomodidad, hablemos con lo obvio, hablemos con lo no tan
obvio. Habla para educar con compasión, conciencia y convicción.
Cuando hablo
y digo, creo que las vidas de los negros importan. No estoy diciendo que las
vidas de blancos y morenos no lo hagan. Es cuestión de decir que quiero que
todos nuestros niños se sientan seguros. Quiero que todos nuestros niños tengan
la misma experiencia. Somos tú y yo contra la injusticia... contra el racismo,
no entre nosotros.
Por eso
quiero invitarlos a que estén dispuestos a hablar.
Habla para
inspirar, no para impresionar...
Habla para
alentar no solo a tener razón...
Habla para
no dejar, habla para levantar...
Habla para
no desmontar, habla para animar...
Habla para
concienciar a la gente, no solo para expresar tu punto...
Habla para
no ser escuchado, habla para conectar, influir y sanar...
Habla con coraje,
habla con convicción...
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No hable
solo para que la gente sepa que tiene algo que decir, hable para que sus
palabras animen a alguien a pararse un poco más alto, abrazar a alguien con más
fuerza o aguantar un poco más..
Habla para
incitar el cambio o invocar la posibilidad...
Habla
incluso cuando tu voz tiembla y tiembla...
¡Solo habla!
Sé que ahora
mismo hay mucha turbulencia. Sé que ahora mismo hay mucha tensión. Sé que ahora
mismo hay mucha fricción. Sé que en este momento hay mil razones para estar
dividido. Sé que ahora mismo hay motivos para querer estar callado o gritar. Sé
que estamos llenos de mucha emoción. Sé que nuestras mentes están gritando con
tantas cosas que nos están lanzando los medios.
Pero mi
desafío para ustedes es hablar con pasión y convicción, compasión y empatía,
hablar con conciencia y compartir la historia. Nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos vivirán con los resultados de lo que dijimos en este tiempo o de
lo que no dijimos en este tiempo.
Recuerde,
esto NO es un monólogo. Es un diálogo y aquí tenemos conversaciones dinámicas.