8
hábitos de los oradores más efectivos
FUENTE http://noticias.universia.es
Se trate de un brindis en el matrimonio
de un amigo, o un discurso para miles, toma nota de 8 prácticas claves de los
mejores oradores de la historia.
Los oradores de gran eficiencia aprenden
de los mejores: leen los mejores discursos, las charlas TED, los discursos de
aceptación de los premios Oscar?descubren su inspiración
Se trate de un brindis de matrimonio, una
charla TED o un discurso clave a una audiencia de miles, quieres que tus
palabras resuenen. Por ello, toma nota de estos 8 hábitos que tienen todos los
oradores más eficientes y sé el mejor en ello:
1.
Los mejores oradores son auténticos
Muchos consejeros te dirán que comiences
tu discurso con un chiste, pero esto no siempre funciona, especialmente cuando
no se trata de un discurso que se preste para el humor. La autenticidad es
clave para lograr empatía y conexión con la audiencia.
2.
Eligen las frases con cuidado
Un discurso es prosa, pero un gran
discurso se caracteriza por momentos de poesía. Discursos como el de Martin
Luther King y su célebre frase “Tengo un sueño”, en Winston Churchill, Ronald
Reagan…haz tu discurso más memorable con herramientas como la aliteración, la
cadencia, el ritmo, la rima y la repetición
3.
Todo gran orador mantiene su discurso breve
El Presidente Lincoln dio uno de sus
discursos más magistrales con tan solo 270 palabras. Los mejores discursos son
los que dejan a la audiencia pensando en que quieren oír más. No adviertas que
será breve, simplemente dilo.
4.
Los buenos oradores reescriben constantemente sus discursos
Un gran discurso nunca está complete
hasta que ha sido dado. Recuerda que la mayoría de las obras que han sido
publicadas fueron reescritas muchas veces.
5.
Es importante escribir con sentido y propósito
En sus primeros años en el mundo de la
política, Churchill comenzaba sus discursos en silencio y sus audiencias temían
que algo hubiese ocurrido, y en ese momento de temor, comenzaba a hablar y
apaciguar a las masas.
El discurso no es solo acerca de tus ideas
sino acerca de ti, encuentra una manera de ganarte a la audiencia, incluso si
no están de acuerdo con lo que dices.
6.
Los grandes oradores comparten anécdotas
Las grandes historias tienen un
comienzo, un intermedio y un final, tiene personajes atrapantes, una trama
desafiante y temas relevantes. Los mejores se tienen una enseñanza. Lleva a tu
audiencia en un viaje narrativo, pero asegúrate de llevar un mapa y saber
adónde te guía.
7.
Un buen orador es organizado
En 2005, Steve Jobs dio el discurso de
graduación en la Universidad de Stanford y tuvo una de las mejores frases de
apertura de todos los tiempos: “Hoy quiero contarles 3 historias de mi vida.
Eso es todo. No es nada del otro mundo. Solo 3 historias”.
8.
Los mejores oradores practican sus discursos
Los expertos recomiendan practicar todos
los discursos importantes por partes, aunque es aún mejor si puedes practicar
frente a una audiencia. Abogados, políticos realizan varios ensayos para que
sus presentaciones finales sean lo mejor que pueden ser.
Personalmente la práctica es más
importante práctica, practica y más práctica señores Saludos a todos los
seguidores de este blogg.
10
Reglas de Oro Power Point
Power Point es una herramienta
informática creada por Microsoft para realizar presentaciones gráficas con
sonido, animaciones, colores llamativos y cuya misión es facilitar la
exposición de un tema en multitud de campos (empresarial, educativo, científico,
etc).
Aprender a utilizarlo correctamente es
clave para lograr conseguir con éxito el efecto deseado en el auditorio. A
continuación se resumen las 10 reglas de Oro que cualquier persona debe tener
en cuenta a la hora de preparar y exponer una presentación en Power Point:
1.
Apoyarse en fundamentos sólidos, robustos
La herramienta de apoyo Power Point no
es más que eso, un apoyo. Por muy atractivas y llamativas que resulten las
diapositivas recuerde que lo principal es usted y su mensaje.
Los asistentes a una presentación desean
escucharle a usted, no contemplar un espectáculo de diapositivas en una
pantalla por muy bien realizadas que estas estén.
Construya argumentos sólidos con los que
poder convencer al auditorio, exponga ideas contundentes que logren persuadir y
conseguirá así realizar entonces una presentación con éxito.
2.-
Sencillez.
Las presentaciones más eficaces son
aquellas con gráficos sencillos y fáciles de comprender con no más de 5 líneas
de texto por diapositiva.
No sature de información una diapositiva
ni incorpore accesorios que no sean imprescindibles.
Recuerde que lo más importante, lo
imprescindible, es su discurso, no lo que aparece en la pantalla.
3. Incluir solamente las cifras y datos que
sean absolutamente imprescindibles.
Resulta difícil transmitir un mensaje de
un modo conciso si bombardeamos al espectador con un sinfín de cifras y datos.
No abrume a los asistentes con
estadísticas. Siempre puede distribuir notas o incluso un pequeño informe al
final de la presentación para que lo estudien.
4.
Evitar la lectura literal de diapositivas.
Uno de los hábitos negativos más comunes
es limitarse a realizar una lectura al pie de la letra del contenido de la
diapositiva. Esto produce unos efectos muy negativos y hace que la presentación
acabe aburriendo a los asistentes.
Lo más importante de una presentación es
usted y su mensaje, no el contenido de la diapositiva. Interprete lo que
aparece reflejado en la pantalla, no lo lea. Mantenga así un mayor contacto con
la audiencia.
5.-
Emplee solamente observaciones oportunas.
No realice comentarios que ya aparezcan
reflejados en las diapositivas. Deje un tiempo para que los presentes que lean
el texto y a continuación exponga alguna observación que pueda ampliar su
contenido.
6.
No fatigue a los asistentes.
Emplee ocasionalmente diapositivas en
blanco para no sobrecargar de información a los asistentes.
De esta forma se conseguirá además
lograr una mayor atención del público, lo cual resultaría ser una táctica muy
eficaz.
7.
Utilice el contraste de colores.
Resulta muy eficaz para transmitir
emociones el usar un contraste marcado entre el color del texto y el de los
gráficos y el fondo. Hace mucho aprendí un truco que consiste en una presentación utilizar dos
colores en las láminas ejemplo: la primera diapositiva puede ser de color blanco
los textos de color contaste; la siguiente diapositiva de color azul u otro
color y así sucesivamente.
8.
Incluya imágenes y gráficos novedosos.
Dele mayor atractivo visual a sus
exposiciones incluyendo gráficos e imágenes exportadas. No se limite a utilizar
simplemente los recursos que ofrece la herramienta de Power Point.
Resulta muy atractivo incluir breves
secuencias de video que además de transmitir un mensaje de manera eficaz,
amenizan y relajan el ambiente.
9. Distribuya notas e informes al final, no
durante la presentación.
A menos que sea imprescindible, no
distribuya documentos en el transcurso de una presentación. Esto hará que
desvíen su atención a la lectura de los mismos.
Espera a que termine la exposición para
distribuirlos.
10.
No tenga reparos en realizar modificaciones antes de exponer.
No pierda nunca la perspectiva de la
audiencia. Después de confeccionar el borrador de las diapositivas de
PowerPoint, imagínese que es una de las personas que escuchan sus comentarios
mientras las repasa. Si algo es poco interesante, distrae o confunde, corríjalo
sin pensarlo dos veces. Es muy probable que consiga mejorar la presentación.
Manejar las emociones
Saber
manejar las emociones adecuadamente es fundamental para nuestro bienestar y
nuestras relaciones con los demás. Las respuestas emocionales inadecuadas están
asociadas a diversos trastornos psicológicos, problemas sociales y enfermedades
físicas, lo que significa que no siempre logramos regular nuestras emociones de
manera efectiva.
No obstante,
las personas pueden regular sus emociones tanto positivas como negativas, para
aumentarlas o disminuirlas. Aunque la mayoría de las emociones se regulan
conscientemente, también sucede la regulación inconsciente. Por ejemplo, cuando
no reconoces la ira que sientes al ser humillado por alguien, sino que la
ocultas de inmediato, o cuando desvías tu atención de manera inmediata y
automática al ver algo que te produce malestar.
Así pues,
existe una regulación consciente, controlada y que requiere esfuerzo, y otra
regulación inconsciente, automática que sucede sin esfuerzo. Ambas formas
pueden ser útiles y adaptativas o no serlo, según cómo se utilicen.
Los procesos
de regulación de emociones pueden mejorar o empeorar las cosas, puesto que
pueden ser adecuados o inadecuados. Si sientes ira y regulas esta emoción de
manera que cada vez la aumentas más y más hasta llegar a la agresión física,
estás empeorando las cosas. A nivel inconsciente, puedes negar la ira que
sientes al ser tratado injustamente cada día en el trabajo, pero eso no
eliminará el estrés fisiológico al que estás sometido, ni la liberación de
hormonas del estrés y los problemas físicos y enfermedades que pueden causarte
con el tiempo. En cambio, la regulación inconsciente puede ser muy útil para
pasar de largo ante un material desagradable, y no dejarnos afectar, por
ejemplo, por una imagen de gran crudeza en la tele.
Por otra
parte, si un familiar te cuenta un grave problema y usas estrategias de
regulación de emociones para no sentir su dolor y que no te afecte su tragedia,
te sentirás mejor, pero también vas a sentir menos empatía y menos disposición
a ayudarle.
Por tanto,
saber regular las emociones no solo significa saber aumentarlas o disminuirlas,
sino saber cuándo conviene aplicar dichas estrategias y cómo hacerlo. ¿Sabes
controlar tus emociones?
¿Te dejas
llevar por la ira si algo no sale como esperabas? ¿No te sientes capaz de
manejar sentimientos como el miedo o la tristeza? Descubre si sabes gestionar y
controlar tus emociones con este test.
¿Sabes
controlar tus emociones?
Para
controlar las emociones debes empezar por identificar en primer lugar qué es lo
que te ocurre y por qué, es decir, necesitas aprender a gestionar tus emociones
para saber cómo manejarlas adecuadamente en cada momento. Esta es, además, la
mejor actitud que puedes adoptar si quieres sentirte bien contigo mismo y
mantener relaciones satisfactorias con las personas de tu entorno.
Por ello, si
eres de los que se dejan llevar fácilmente por la ira cuando algo no sale como
esperabas, si todo lo que te sucede te afecta en exceso, si no te sientes capaz
de manejar sentimientos como el miedo o la tristeza, o si cuando te enfadas
reaccionas de forma desproporcionada y ‘pierdes los papeles’, es hora de que te
replantees tu comportamiento y trates de convertir en aliadas a esas emociones
que ahora se te ‘escapan’.
Aquí un test sobre las emociones:
Cuando me siento triste, deprimido, o
simplemente estoy de bajón…
Ø Me aíslo en mi casa.
Ø Salgo a la calle, intento distraerme.
Ø Aunque intento distraerme, muchas
veces me acaba invadiendo la pena.
Cuando no me encuentro bien a nivel
emocional…
·
No
soy capaz ni de decir cómo me siento (triste, nervioso).
·
Comprendo
el por qué de mi malestar.
·
Sé
lo que me pasa (estoy triste, ansioso, etcétera), pero no entiendo el por qué.
Entiendo a mis emociones como…
ü Mis “enemigas”, ya que sólo me causan
problemas.
ü Mis “conocidas”, pues dependiendo de
la ocasión me ayudan o no.
ü Mis “aliadas”, pues las aprovecho
para actuar conforme a las circunstancias.
Cuando le doy demasiadas “vueltas a la
cabeza”…
o
Intento
buscar soluciones sin éxito.
o
Sigo
dándolas, no puedo dejar de hacerlo.
o
Intento
encontrar la solución a aquello que me preocupa.
¿Qué frase te define más?
§ No puedo evitar sentir miedo, pero sí
puedo controlarlo.
§ No puedo evitar sentir miedo y no hay
manera de controlarlo.
§ No puedo evitar sentir miedo, aunque
en algunas ocasiones puedo controlarlo.
Sé cuando estoy ansioso porque…
Me siento activado físicamente, tengo
pensamientos negativos y mi comportamiento es diferente (evito situaciones,
tengo movimientos repetitivos, etcétera).
Me siento activado físicamente y
tengo pensamientos negativos.
Me siento activado físicamente.
¿Con qué frecuencia aparecen los “y si…” en
tu vida?
v Constantemente, habiéndome incluso
impedido realizar lo que realmente deseaba por lo que pudiera ocurrir.
v Son frecuentes.
v Pocas veces.
Cuando siento ira…
·
Intento
controlarla.
·
Intento
controlarla, pero digo o hago cosas de las que al final me arrepiento.
·
Soy
muy destructivo.
En lo que respecta a mis amigos…
o
Gradúo
mi nivel de implicación: doy dependiendo de lo que recibo.
o
Me
implico mucho desde el principio, por lo que a veces me llevo decepciones.
o
Una
persona puede pasar fácilmente a convertirse de mi amigo a mi enemigo en
cuestión de días.
¿De quién depende lo que sientes?
§ De mí.
§ De cualquiera.
§ De mí y de otros.
Si alguna vez las cosas fueron mal…
ü Seguirá ocurriendo lo mismo cuando me
enfrente a una situación similar.
ü No tiene por qué irme mal a la
siguiente vez; cada situación es distinta.
ü Intento no volver a enfrentarme a esa
situación siempre que pueda evitarlo.
Cuando el enfado me supera…
Intento analizar la situación y
buscar soluciones alternativas a mi ira
Me enfado más cada vez que pienso que
“me han” enfadado.
Intento controlarlo, aunque muchas
veces no lo consigo.