Dominar los conceptos básicos de la buena comunicación

diciembre 03, 2020

 

Dominar los conceptos básicos de la buena  comunicación



Todo buen líder tiene algo que decir. Sin embargo, muchos de nosotros no nos tomamos el tiempo para pulir y dar forma a cómo comunicamos esas ideas a los demás o reflexionar sobre cómo otros pueden recibir nuestro mensaje.

 

La comunicación se puede resumir en el intercambio de información. Sin embargo, dadas las formas complejas en que recibimos y percibimos los mensajes, este intercambio está lejos de ser simple y directo. Para convertirse en un buen comunicador, primero debe dominar los conceptos básicos de tener una conversación bidireccional.

 

Aprenda a escuchar

La mayoría de nosotros solo recordamos la mitad de lo que escuchamos, sin importar cuán cuidadosamente pensemos que estamos escuchando. Pero un liderazgo eficaz requiere una buena escucha. Claramente, esta es una habilidad fundamental para aprender. Dado que generalmente no se enseña en las escuelas, debemos entrenarnos para escuchar.

 

Mejore su escucha activa practicando tres técnicas simples:

 

Suspenda cualquier prejuicio que pueda tener sobre la apariencia del orador o acciones anteriores.

Tranquiliza tu mente concentrándote en lo que se dice en lugar de pensar en tu respuesta.

Anime al orador a que continúe compartiendo información haciendo preguntas abiertas y asintiendo con la cabeza.

Escuchar eficazmente no es algo natural para la mayoría de las personas. Pero cuando considera que escuchar es la mitad de la dinámica de la comunicación, la importancia de practicar esta habilidad infravalorada se hace evidente.

 

Tiene que conocer a su audiencia

Antes de comenzar a redactar su mensaje, aprenda todo lo que pueda sobre sus oyentes. Esto le ayudará no solo a determinar su elección de palabras y nivel de información, sino también a estructurar su presentación y motivar a su audiencia.

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Averigüe el nivel de conocimiento e interés que sus oyentes tienen en su tema. ¿Tienen ideas preconcebidas? ¿Son hostiles o amistosos? ¿Se sentirán presionados a reaccionar de una manera específica? Es importante considerar estas preguntas si planea hablar con uno o con varios. Esté atento a las señales no verbales de su audiencia, escuche sus comentarios y ajuste su mensaje en consecuencia.

 

Organiza y estructura tu mensaje

Las palabras son poderosas: tienen un significado tanto literal como connotativo. Debido a que esas connotaciones difieren en varias partes del mundo, es crucial conocer a su audiencia.

 

Por ejemplo, perro es una palabra neutra. Pero el mestizo tiene una connotación negativa, mientras que el mejor amigo del hombre tiene una positiva. Tómese su tiempo para elegir la palabra o expresión correcta y asegúrese de pronunciarla correctamente.

 

Algunos otros consejos para considerar al formular su mensaje:

 

Claridad. Elija palabras concretas y familiares que se refieran a objetos tangibles. Es más probable que estas palabras mantengan el interés de la audiencia y es menos probable que se malinterpreten. Evite utilizar más palabras de las necesarias para expresar una idea: sea conciso.

 

Lenguaje vivo. Las imágenes son memorables. Por lo tanto, asegúrese de utilizar un lenguaje descriptivo, como el color, el tamaño y la forma, para crear imágenes mentales de objetos, acciones o ideas. Seleccione verbos animados y hable con voz activa.

 

Ritmo.  Su elección y disposición de las palabras crean un patrón de sonido. Hay muchas herramientas a considerar cuando se trata de establecer el ritmo: repetición, aliteración, incluso onomatopeya.

 

Para obtener el máximo efecto, utilice estas herramientas de lenguaje con moderación; el uso excesivo puede parecer pretencioso. No quiere comprometer su credibilidad o el interés de la audiencia.

 

PRESTE ATENCIÓN A SUS HABILIDADES NO VERBALES

Mucha gente no se da cuenta de que las señales no verbales pueden transmitir un mensaje involuntario a su audiencia. Puede pensar que está siendo abierto, pero si sus brazos están cruzados o su espalda está vuelta, está creando una barrera.

 

Las investigaciones muestran que cuando se les da la opción de creer en señales visuales y vocales o palabras habladas, los oyentes generalmente confían en el mensaje no verbal. Si arrastra los pies o mira por la ventana, no transmitirá su mensaje de manera efectiva. Lo mismo es válido para su entrega: evite los murmullos y la monotonía.

 


La comunicación no verbal efectiva incluye:

 

Vestimenta adecuada

Buena postura

Gestos naturales

Movimiento con propósito

Contacto visual apropiado

Energía y entusiasmo

COMUNICAR ES CONECTAR

La mayoría de las audiencias prefieren una entrega que combine un cierto grado de formalidad con los mejores atributos de una buena conversación. Sea directo, espontáneo y animado. Utilice expresiones faciales y vocales para animar las cosas.

 

Y recuerde: la comunicación es fluida. Trabajar de antemano para organizar sus ideas y comprender a su audiencia lo convertirá en un mejor orador, pero debe escuchar a su audiencia y adaptarse a sus comentarios también. Si su oyente está aburrido o confundido, modifique su mensaje verbal y no verbal, inyecte algo de humor, explique la confusión o incluso cambie de rumbo.

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Después de todo, un estilo de comunicación rígido a menudo impide una conexión significativa entre el hablante y el oyente. Por otro lado, un estilo flexible no solo lo ayuda a transmitir su punto de manera más efectiva, sino que también mantiene a todos alerta y comprometidos activamente.

 


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