Hablar en público. ¿es un talento innato o es una habilidad que se puede aprender?
marzo 26, 2020
Hablar en
público. ¿es un talento innato o es una habilidad que se puede aprender?
A
continuación tenemos frente a nosotros una de las grandes preguntas que rodean
cientos de conferencias y talleres, una de las dudas que generan inseguridad en
aquellas personas que no se consideran buenas para hablar en público. Con el
objetivo de lograr responderla es necesario volver a la más primitiva infancia
de cada individuo.
Al inicio de
nuestra vida llegamos al mundo sin entender una sola palabra de lo que dicen
nuestros padres. Con gran confusión solamente comenzamos a asociar su tono de
voz con sentimientos como la calma, el enojo o la tristeza. Desde este punto
inicial no existe una predisposición que haga a algunas personas más talentosas
que otras para recibir lenguaje. Sin embargo, si pensamos en el talento como
una capacidad para adquirir conocimientos de forma fácil, es posible que en la
adultez sí haya cierto talento para ello. No se deberá en ningún caso a una
cualidad especial, específicamente será el resultado de una formación educativa
con características que potencian el aprendizaje.
Tener disciplina
siempre ganará a la inteligencia
En infinitas
ocasiones ha existido una posible desmotivación por parte de los estudiantes
menos talentosos, al notar que algunas personas pueden ser más rápidas que
ellos para cumplir objetivos. Pero la rapidez no es signo de un mejor
desempeño. Como ejemplo podemos recordar la historia de la liebre y la tortuga.
Una de las
ideas que afirma la importancia del trabajo duro es la conocida “regla de los
10 años de práctica“, presentada en el año 1899. Dicha propuesta indica que
para lograr maestría en cualquier actividad se requieren 10 mil horas de
práctica, un aproximado de 10 años consecutivos. De esta manera se explica que
aunque haya un cierto porcentaje de talento, el mismo no acorta
significativamente el tiempo que se requiere para ser excelente en cierta
actividad. De esta manera podemos observar que el talento no es un factor
determinante para el éxito. El trabajo constante sí lo es. No sirve de nada ser
el estudiante más brillante de una universidad si no se realizan acciones para
mejorar cada día. Tarde o temprano aquellos que entreguen más esfuerzo
superarán a dicho alumno.
El valor de tener
una buena técnica y el buen maestro
La época
actual ha sido descrita como una sociedad llena de conocimiento e información.
Internet ha dado la idea de que el aprendizaje puede hacerse de forma
individual. A este tipo de técnica para adquirir habilidades le llamamos
educación autodidacta, una forma gratuita y sencilla con la cual crecer. Pero
este sistema, considerado innovador, tiene grandes fallas potenciales. Una de
ellas es el descuido de la técnica al no haber un supervisor calificado. Aunque
una persona se esfuerce mucho por mejorar, no llegará realmente lejos si va en
la dirección contraria.
Por ello, la
mejor recomendación que puede darse para aprender a hablar en público es
invertir en formación guiada por expertos para lograr un aprendizaje
sistemático.
Cuando
elijas profesionales, debes valorar no solo la experiencia en hablar en
público, sino también las habilidades pedagógicas. De sabios que no saben
enseñar están las universidades llenas. Y cuando estamos hablando de
habilidades es aún más grave las carencias didácticas.
Porque los
buenos formadores se centran en acelerar el proceso de aprendizaje, logrando
que con mayor rapidez podamos desarrollar ese talento natural que todos
poseemos para hablar de forma clara y fluida.
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